El viernes se dará a conocer la sentencia por el crimen del odontólogo Prodolliet tras la impugnación

El viernes se dará a conocer la sentencia por el crimen del odontólogo Prodolliet tras la impugnación
7 Febrero, 2022 a las 17:45 hs.

La justicia de General Pico condenó el 7 de Mayo de 2021 a 25 años de prisión a los asesinos de Prodolliet, pero la familia y la Fiscalía habían pedido cadena perpetua. El abogado Mariano Sanchez y la fiscalía apelaron la sentencia ante el TIP.

Emanuel Alexis Velázquez (31 años) y Claudio Ezequiel Lara (30) fueron los asesinos del reconocido odontólogo piquense Samuel Prodolliet. Los jueces los condenaron por «homicidio en ocasión de robo» y no por «criminis causa» como pretendía la fiscalía y la querella particular.

Es así, que el tribunal de audiencia, conformado por la jueza María José Gianinetto y los jueces Federico Pellegrino y Marcelo Pagano, condenaron a 25 años de prisión a los asesinos. Es la pena máxima que existe para el «homicidio en ocasión de robo».

La fiscalía y la querella habían pedido prisión perpetua por considerarlos coautores del delito de homicidio criminis causa del odontólogo Samuel Eduardo Prodolliet. El argumento fue que lo mataron para facilitar y consumar el delito de robo y para procurar la impunidad (art 80 inc. 7 del C.P.).

Las defensas, en cambio, aceptaron que los imputados estuvieron en la madrugada del 14 de marzo del año 2020 en la vivienda de la víctima, pero dijeron que no pudo probarse cómo y quién lo mató. Por lo tanto, arguyeron que no hay una conexión ideológica entre la muerte y el robo. Por eso pidieron que sean condenados por homicidio en ocasión de robo y solicitaron una pena de 12 años de prisión para los dos.

El día de la condena, la viuda de Prodolliet Marcela Masmas habló del fallo de la Justicia: “en este momento me doy cuenta que le creyeron más a los asesinos que a los que realizaron la investigación. La verdad que estoy sorprendida. Confiaba mucho en la Justicia. Creíamos que iba a ser otro el fallo, porque tanto mi hija como yo dijimos la verdad”.

A su vez, agregó que “caerá sobre la conciencia de los jueces este fallo. Vamos a apelar hasta conseguir lo que le corresponde a cada uno de ellos. En este momento me doy cuenta que le creyeron más a los asesinos que a los que realizaron la investigación. No entiendo lo que no pudieron ver”.

Por otro lado, Marcela Masmas indicó que “no sé si hay alguna interna dentro del marco de la Justicia. Es lamentable. Estamos en un país donde hay mucha corrupción”.

“Si para ellos creen que es justicia, yo que lo viví creo que no. A mi esposo lo mataron como si fuera un perro. La falla está en el sistema. Creo no ser la única argentina que cree que la Justicia es corrupta. Con tantas pruebas nunca creí que íbamos a tener ese fallo” concluyó la viuda de Samuel Prodolliet.

El hermano de Samuel Prodolliet dio a conocer una carta abierta el año pasado, que se creía que iba a estar el veredicto del TIP sobre el juicio por el crimen del odontólogo: “Como hermano de la víctima y como ciudadano argentino, espero ver que este Tribunal tenga lo que hay que tener, para poner a la justicia y la verdad en su lugar, y arreglar el mamarracho de pretendidas explicaciones de lo que pasó aquella noche dadas por la defensa de los asesinos”.

Además remarcó “no se puede aceptar como se procedió en el juicio y desacreditar el trabajo de los fiscales, del médico forense, del querellante, y también a los testigos, y en lugar de trabajar sobre los hechos, meterse con las personas, como si se tratara de una pelea de bar…. Sumado a esto, el uso de “medias verdades”, o la manipulación de lo expuesto por la Fiscalía, con reflexiones teñidas de palabras como “dudoso” o “subjetivo”(esta repetida más de 10 veces…), buscando relativizarlo todo…”.

El Tribunal de Impugnación Penal de La Pampa notificó a las partes: “atento al estado de las presentes actuaciones, fíjese fecha de lectura de sentencia para el 11 de febrero de 2022 a las 11:00 horas, la cual se realizar en este Tribunal de Impugnación Penal”.

EL CRIMEN

Según el fallo ya dictado y más allá de que no esté en discusión de las partes, los jueces dan por acreditado «que aquella madrugada del 16/3/2020 Lara y Velázquez ingresaron por la obra en construcción lindante al domicilio de calle 1 N° 265 oeste, donde vive la familia Prodolliet, con fines de robo. Para ello saltaron el portón de la obra lindante y saltaron el tapial que la divide con el patio de la casa, cayeron a un estanque de agua e ingresaron por la ventana que se encuentra en esa pared, la cual estaba abierta, ya que no presentó signos de haber sido forzada. Una vez adentro -lo sabemos por los propios dichos de los imputados, pero también por la reconstrucción y análisis de la trayectoria de las huellas del domicilio realizada por AIC- comienzan a revisar casi la totalidad de la planta baja de la casa: Velázquez toma de una cartera que estaba colgada la suma de $1300, dejándola sobre la mesa, revisaron también el interior del cajón de una mesita que se hallaba en el sector del living -que el policía Espinosa observó abierto- y también se hallaron rastros en la cocina y puerta trasera».

«Luego suben las escaleras, dejando mojado el pasillo que lleva a las habitaciones. Por la hora, siendo ya la madrugada, en la casa estaban todos durmiendo: el matrimonio en su habitación y en el otro extremo de la planta alta, la hija adolescente de ambos. Cuando se dirigen a la habitación matrimonial, son sorprendidos por el dueño de la casa y comienza a resistirse, primero tomó al más bajo, Velázquez, lo redujo con su brazo izquierdo contra la pared. El hombre era más alto que ellos, medía 1.89 mt. La pelea sucedió en el umbral de la puerta de entrada a la habitación matrimonial. Marcela, la esposa, desesperada gritaba desde su cama, relatando que de a ratos el otro sujeto -Lara- venía y trataba de defender a su amigo, y que ambos lo agredían como con navajas o sevillanas, lo sabe por los movimientos que hacía su marido. Con la mano izquierda sostenía del cuello al hombre más bajo, y con el otro brazo trataba de evitar que el otro ingresara a la habitación», explican en la sentencia condenatoria.

Seguidamente, «en ese momento la hija más joven del matrimonio, se despierta con los gritos de su mamá, pudiendo observar en el camino el agua en el piso del pasillo, y al acercarse a la habitación de sus padres observa a un hombre que la toma del brazo y la tira contra la cama donde estaba su mamá. En ese momento el padre dice que llame a la policía, pero se acerca el hombre y le quita el teléfono de su mamá y el de su papá. La pelea termina cuando viene corriendo hacia ellos el más alto y todos caen al piso. Prodolliet ya no se levantó más. Las testigos dicen que los acusados allí se quedan mirando, hablan entre ellos, L. oye que decían que tenían que irse porque se iba a complicar, o parecido, y uno se acerca y le pide a su mamá la plata».

«Ante esta situación se retiran del lugar, dejando una mochila con herramientas y cuchillos sobre el tapial del patio. Arrojan el celular de Samuel en el estanque junto con un cuchillo tipo carnicero, y el otro lo arrojan en la obra.
También fue hallado en la esquina de la casa, yendo hacia el Barrio Roca, el celular de Marcela Masmas, lo que hizo pensar a los investigadores que los autores habían ido hacia el Barrio Roca, donde efectivamente fueron captados por las cámaras de seguridad y unos días después fue hallada en ese mismo barrio la mochila de la hija del matrimonio Prodolliet» indicaron sobre los hechos.

Remarcan además que «todo ello fue reconstruido exitosa y eficazmente por la Policía y la Agencia Científica durante la investigación. Los procedimientos tanto policiales como de la Agencia de Investigación Científica fueron impecables desde el punto de vista técnico -además de haber sido sumamente útiles para el descubrimiento del hecho-, siempre tomando las precauciones que exigía el caso, dando cumplimiento a los protocolos de actuación y sobre todo, quedó probada la transparencia de ese trabajo mediante las declaraciones de los testigos».

Según los jueces «los acusados al declarar si bien reconocieron los hechos y pidieron perdón a la familia de Samuel Prodolliet, lo que relataron no se condice con el resto de las pruebas, por lo que esa supuesta confesión no fue tal, sino tan solo una manera de mejorar, cada uno, su propia situación procesal, expresando ambos no haberle dado muerte a Prodolliet -por no haber llevado cuchillo-, y por lo tanto, culpándose mutuamente».

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