Francisco, es piquense y uno de los cientos de argentinos varados en Perú por el coronavirus

Francisco, es piquense y uno de los cientos de argentinos varados en Perú por el coronavirus
18 Marzo, 2020 a las 12:15 hs.

Francisco Alfonso viajó a Perú con la idea de disfrutar el viaje y como un regalo propio después de haberse recibido de sociólogo en la Universidad de Buenos Aires. Tenía vuelo de regreso a la Argentina para el 17 de marzo “pero quedó cancelado ante el cierre de fronteras”, dijo Francisco en diálogo con infopico.com en la mañana de hoy.

Enseguida comenzó a contar detalles de lo que está sucediendo, no sólo a él, sino a cientos de argentinos varados en Perú. “El caos se desató el domingo a la noche, porque al igual que en Argentina hubo una cadena nacional. Pero acá el presidente, Martin Vizcarrra, entre los anuncios que hizo, fue un cierre total de las fronteras”.

Francisco a la izquierda con una botella en la mano

Francisco comenzó su viaje el 7 de enero. Recorrió Bolivia, Perú y Ecuador. El sábado 14 de marzo cruzó la frontera de Ecuador a Perú y se fue acercando a Lima – Perú-, ya que tenía pasaje de regreso para el 17 de marzo. El domingo llegó a Lima. Ahí se encontró con una cadena nacional  y el aeropuerto cerrado. Se prohibía la entrada y salida del país.

“Yo me ví afectado porque tenía un vuelo para el martes a la tarde. Ahí supe que el aeropuerto iba a estar cerrado. Entonces lo que hice fue comunicarme de manera presencial en el Consulado Argentino en Perú el lunes a la mañana. Ahí nos dijeron que todavía no había nada seguro, pero que teníamos que ir al aeropuerto porque en la medida de que pudieran solucionar algo iba a intentar y que algún vuelo de Aerolíneas podría llegar”.

Esto generó mucho caos y como consecuencia se dio la posibilidad hasta el día lunes para que las aerolíneas sacaron a los pasajeros que tenían boletos hasta ese día. Pero él no estaba incluido. Su pasaje era para el día martes, 24 horas después.

Describió que junto a un grupo grande gente, principalmente jóvenes se quedaron, la noche del lunes a dormir en el aeropuerto. “Hubo un poco de tensión con la policía, pero finalmente se solucionó, y ya ayer – por el martes-, estuvimos todo el día”.

Afirmó que por el momento “las autoridades se muestran más amables. Nos fueron acercando agua, manzanas e incluso a la noche nos acercaron un snack como para podamos comer algo porque del aeropuerto no podemos salir”.

Remarcó que las autoridades peruanas “tienen la orden de que nadie puede entrar a Perú. Ayer vino gente del consulado argentino para hacer un censo, saber quiénes somos y establecer un orden de prioridades en base a las enfermedades que cada pasajero”.

 En teoría en el día de hoy, estarían llegando por lo menos dos aviones desde Argentina y esos aviones volverían en principio con las personas que están acá en el aeropuerto.

Señaló que en Perú hay una cantidad importante de argentinos. “En Lima hay muchísima gente aislada que no está pudiendo llegar al aeropuerto y la situación en Cuzco es aún más complicado ya que no pueden volar hacia Argentina desde ese aeropuerto, porque no es internacional”.

Francisco abajo a la izquierda junto a otros Argentinos varados

Contó que ninguno de los argentinos pudo volver a los hoteles porque tras la cadena nacional peruana se determinó que mismos debían cerrar y no seguir hospedando a turistas, “A mí por ejemplo en el Hostel en que estaba me rechazaron y me dijeron que no vuelva”.

Para cerrar el diálogo señaló que “esperamos que llegue los dos vuelos de aerolíneas en el día de hoy y podamos regresar. Todas las fronteras están cerradas, marítimas, aéreas y terrestres, todas. Ayer nos enteramos de que habían detenido a unos chicos que han intentado pasar la frontera entre Perú y Bolivia de manera ilegal. La situación esta tensa, pero nosotros tenemos esperanza de que tengamos una solución pronto”.

Francisco contó lo que está viviendo desde el mismo aeropuerto. Narró una experiencia de vida que será inolvidable por el viaje y lo que pudo conocer, pero también por esta situación extrema y de tensión que refleja la gravedad del virus circulante.

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