Dos culturas milenarias se unen…
A la instructora de yoga Jhula, residente en Berlín, Alemania se le ocurrió unir dos de sus pasiones. Según cuenta: “sabía que había un montón de personas que amaban tanto el yoga como beber cerveza, así que la combinación de ambos tenía cierto sentido”, así nació el Yoga Cervecero.
La idea, asegura su creadora, busca hacer “más divertidos los entrenamientos” incluyendo las botellas de cerveza en las asanas de yoga. “Los participantes pueden hacer uso de las botellas en la forma que deseen, sostiéndola en sus manos, haciendo equilibrio sobre sus cabezas, o incluso tomando un trago entre postura y postura”, agrega Jhula.
Según cuenta el sitio alemán Exberliner, los practicantes de la nueva disciplina aseguran que las clases son divertidas e interesantes. Jhula, dicta sus clases de yoga con cerveza en un bar de Berlín, admite que muchos de los participantes no son regulares, pero ella está bien con eso, ya que las clases son más para divertirse que para dominar el arte del yoga.
La polémica surge por lo contradictorio de su mensaje, al combinar la actividad con la ingesta de una bebida alcohólica. Por ejemplo, en Tailandia, las autoridades iniciaron una investigación al considerar que podría ser ilegal por promover el consumo de alcohol.
Por supuesto a los practicantes se les aconseja que disfruten de la cerveza sin alcohol … pero no hay mucho de divertido en eso.