El Servicio de Emergencias Médicas (SEM) de General Pico no solo responde a las urgencias, sino que planifica, se capacita y coordina para salvar vidas. En una entrevista exclusiva con InfoPico Radio 99.9, el médico coordinador del SEM, Mauro Pistorio, brindó un panorama detallado del funcionamiento de la institución, reveló estadísticas impactantes y adelantó los planes de expansión para acompañar el crecimiento de la ciudad.
En pocas líneas
- El SEM de General Pico atendió 10.742 llamadas en 2024 y más de 4.000 en los primeros cinco meses de 2025, utilizando un sistema de triage por códigos de urgencia (rojo, amarillo, verde).
- El servicio cuenta con 57 personas, 3 ambulancias de alta complejidad y una estrecha coordinación con policía y bomberos, incluyendo capacitación cruzada para todo el personal.
- Se busca reducir los tiempos de respuesta mediante la creación de una sub-sede en un barrio alejado para optimizar la cobertura en General Pico.
- Se recomienda a la población comunicarse con el 107 o el 427-327 ante una emergencia, siguiendo las indicaciones del operador y evitando el uso del servicio para urgencias menores.
El punto de partida de la charla fue la participación del SEM en la Expo de Siniestros Viales organizada por la Municipalidad. “Vamos a estar en un stand con La Pampa Cardioprotegida, explicando cómo realizar maniobras de RCP. Además, las radiooperadoras explicarán cómo es el proceso durante el llamado de emergencia y participaremos en un simulacro junto a bomberos y policía”, detalló Pistorio.
Un servicio que no descansa: las estadísticas del SEM
Para dimensionar el trabajo diario del servicio, Pistorio compartió cifras contundentes. Durante 2024, el SEM recibió 10.742 llamadas, lo que se traduce en un promedio de entre 900 y 1.000 llamados mensuales. La tendencia se mantiene en 2025, con 4.089 llamados registrados en los primeros cinco meses del año.
El coordinador explicó que el sistema opera con un método de selección conocido como triage. “Las radiooperadoras, que trabajan en conjunto con el CECOM de la policía, clasifican la urgencia en códigos: rojo, amarillo o verde”, indicó. Los códigos rojos, de máxima prioridad, se asignan a paros cardiorrespiratorios e incidentes viales graves. En el otro extremo, un código verde puede abarcar desde una torcedura de tobillo hasta situaciones sociales excepcionales, como ayudar a levantar a un adulto mayor que vive solo y se ha caído.
En este sentido, Pistorio hizo un llamado a la comunidad: “Le explicamos a la gente que los códigos verdes, como una torcedura, lo ideal es no utilizar el servicio de emergencia, porque se puede llegar a necesitar en ese momento para otra situación mucho más grave, para una emergencia realmente”.
El factor humano: un equipo coordinado y en constante capacitación
Detrás de las sirenas y la velocidad, hay un equipo humano de 57 personas, incluyendo médicos, enfermeros, choferes y personal administrativo, que garantizan la cobertura las 24 horas, los 365 días del año. “Somos 15 médicos y contamos con 3 ambulancias de alta complejidad”, afirmó Pistorio.
Uno de los pilares del éxito del SEM es la perfecta sincronización con otras fuerzas. “Junto con la policía y con bomberos se está trabajando coordinadamente y estamos en contacto permanente. La unión con el CECOM nos permite, por ejemplo, que si hay cámaras en el lugar del incidente, las operadoras puedan ver la situación y darnos indicaciones”, explicó.
Esta coordinación se extiende al interior de la ambulancia. “Los tres somos uno solo, es un equipo”, sentenció Pistorio, refiriéndose al médico, enfermero y chofer. Subrayó que la capacitación es transversal: “El médico sabe manejar el desfibrilador, pero también lo sabe manejar el enfermero y el chofer”.
Incluso los conductores reciben una formación específica. “No cualquiera puede ser un chofer de ambulancia. Son conductores de emergencia y deben tener toda una preparación, no solo en la conducción, sino en la parte médica, como realizar inmovilizaciones. Ellos calculan los tiempos y las vías más rápidas para llegar”.
El tiempo en la emergencia y los planes de expansión
Pistorio abordó una de las preocupaciones más comunes de la gente: la percepción de la demora. “A mí me ha pasado en carne propia estar en un incidente vial y los minutos son eternos”, reconoció. “El tiempo estipulado nuestro para un código rojo es de 7 a 10 minutos. Es entendible la desesperación, pero esos son los tiempos”.
Con una ciudad en constante crecimiento, achicar esos minutos es una prioridad. En una de las revelaciones más importantes de la entrevista, Pistorio confirmó que se está trabajando en un proyecto clave. “Se está tratando de organizar para dividir y armar una sub-sede. Se está estudiando la ubicación para disminuir en tiempo esas asistencias”, adelantó, una noticia que responde a la necesidad de llegar más rápido a barrios alejados como el Federal.
Actualmente, el tiempo de respuesta hasta el punto más lejano de la ciudad es de aproximadamente 10 minutos, un lapso que se busca reducir con esta nueva base operativa.
Cómo actuar ante una emergencia
Finalmente, el coordinador recordó la importancia de la comunicación durante un llamado. El número de emergencias es el 107 (gratuito) o el 427-327. “Es fundamental escuchar al radiooperador, indicar claramente la dirección y relatar el suceso. En un incidente vial, informar cuántas personas hay involucradas nos permite determinar cuántas ambulancias enviar”, concluyó. La operadora puede dar indicaciones vitales, como maniobras de RCP, por lo que es crucial no cortar la llamada y ponerla en altavoz.
El Servicio de Emergencias Médicas se reafirma así como una de las instituciones más valoradas de General Pico, un equipo que no solo actúa ante la crisis, sino que trabaja de manera proactiva para estar siempre un paso adelante, protegiendo a la comunidad.