Luego del mensaje del presidente en cadena nacional donde anunció el superávit fiscal, el analista político y económico Juan Pablo Vieta analizó y explicó en este podcast que significa.
Juan Pablo “Coco” Vieta remarcó que lo que anunció el presidente Javier Milei “son los resultados en materia fiscal del primer trimestre del año, lo cuales han sido ostensiblemente buenos, pero queda la inquietud respecto de si son sostenibles en el tiempo. Esa es la gran pregunta que uno se empieza a hacer, dado que el recorte en materia fiscal es tan profundo, que hace ruido la gobernabilidad”.
“Lo que se anunció es un superávit financiero final, esto quiere decir que ya computaron el pago de la deuda, del orden del 0,2% del producto bruto en estos meses, son datos que se vieron en el 2008. Lo que se hizo es lo que se tendría que haber hecho hace mucho tiempo porque esencialmente la aceleración de la tasa de inflación tiene que ver con la situación fiscal: el problema central es que cuando el Estado gasta más de lo que recauda tiene que pedirle al Banco Central que emita dinero para pagar la diferencia, que es lo que nos vino sucediendo últimamente”, resaltó Vieta que agregó que “se cortó con esta práctica a través de un fuerte ajuste fiscal y trajo buenos resultados en el primer trimestre, que son acompañados por un programa de estabilización que cumplió con el objetivo, al margen las consecuencias que provocó en términos de deterioro del nivel de actividad”.
¿El gobierno va a poder sostener en el tiempo este superávit?
“Es la gran pregunta, porque hay un problema adicional: arrancaron con una devaluación del 118%, que fue acompañada por un reajuste de precios relativos de la energía, básicamente, a través de un recorte de los subsidios económicos al consumo de servicios públicos. Eso generó un fogonazo inflacionario que se comió la competitividad que había ganado con esa devaluación y ahora el problema es que no se puede volver a devaluar porque se escapa la góndola nuevamente, con lo cual la única manera de avanzar en términos de competitividad es recortar impuestos, y para eso hay que seguir achicando el tamaño del Estado”, subrayó el analista.
“Uno de los puntos del pacto de mayo es un Estado equivalente al 25% del producto bruto, que es básicamente un Estado como el de la convertibilidad”, sostuvo y aseguró que “para bajar la inflación no hay una receta mágica. La única receta es una política de shock porque plata para hacer gradualismo no tenía el gobierno, la inflación claramente está bajando y el costo es el shock, la caída del nivel de actividad”.
¿Qué significa para el ciudadano que la inflación baje?
“Primero hay que pararse desde el momento en el que arrancamos: no había alternativa. Invito a cualquiera a que busque una alternativa de como resolver una situación que estaba al borde de la hiper y sin plata para gradualismos. Estaban obligados a incurrir en una política de shock con este efecto”, argumentó Vieta y se preguntó “¿por qué creen que el peronismo está tan tranquilo? Si, todos pataleamos por los nefastos efectos de la política de shock porque los sufrimos todos, pero nadie tiene ninguna receta alternativa porque no existe. Hasta el propio peronismo espera que el Milei no se caiga para que haga todo el trabajo sucio”.
Escuchá todos los conceptos de Vieta en el podcast.
