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Desregulación de las obras sociales: “El sistema puede mejorar en la medida que haya reglas igualitarias para las obras sociales y para las empresas de medicina privada”, manifestó David Diván

Desregulación de las obras sociales: “El sistema puede mejorar en la medida que haya reglas igualitarias para las obras sociales y para las empresas de medicina privada”, manifestó David Diván
21 Febrero, 2024 a las 08:00 hs.

El gobierno nacional confirmó la desregulación de las obras sociales en todo el país, donde se podrán derivar aportes desde el inicio de la contratación a la obra social o prepaga elegida. El abogado David Diván pasó por el aire de INFOPICO RADIO 99.9 donde explicó en detalle en que beneficia y en qué no beneficia esta medida.

El abogado del estudio jurídico Diván-Llanos, hizo un extenso análisis sobre esta desregulación planteada por el gobierno nacional y aseguró que “lo primero que debo decir es que hay que esperar a ver como funciona, porque muchas veces las legislaciones tienen los mejores motivos por detrás, pero cuando comienza a rodar no funcionan como se esperaba” “Hay que ver efectivamente cómo se implementa y como se acomoda al mercado”

David Diván hizo un poco de historia sobre el nacimiento de las obras sociales: “el sistema de obras sociales está regido por dos leyes principales, una es la 23660 (del gobierno de Alfonsín) que establece el sistema nacional de seguro de salud, en la cual, básicamente, se incorporó a todas las obras sociales a un sistema público nombrándolas “agentes naturales” de ese sistema, obligándolas a las prestaciones médico-asistenciales que se van determinando como obligatorias. Entre los años 1991-92-93 se estipuló la libre opción, esto es, que cualquier trabajador, que hasta ese momento estaba obligado a afiliarse y mantener su cobertura de salud con la obra social de su sindicato, con esa libre opción podía elegir a qué obra social derivar sus aportes, con algunas limitaciones (de tiempo)”. 

Sobre la desregulación que plantea el gobierno nacional, “lo que dice el DNU es que se incorporan las empresas de medicinas prepagas a este sistema nacional del seguro de salud. Esto quiere decir que ahora cualquier empresa privada que brinde prestaciones médico-asistenciales, va a poder captar de forma directa los aportes de los trabajadores bajo relación de dependencia, que es como se financian las obras sociales sindicales”, detalló Diván.

Para que quede más claro, le pedimos al abogado que nos explique con un ejemplo: un trabajador de comercio, que aporta la obra social de empleados de Comercio. “Actualmente, ese trabajador, tiene que estar dentro de la obra social al menos un año, luego puede elegir cualquier otra obra social que esté incluida en el sistema. Hay que partir de la base de que el sistema es de seguridad social; esto quiere decir que no es que cada persona se paga su salud, sino que el sistema se financia con gente que no se enferma, que paga por gente que si se enferma (funciona igual el sistema de jubilaciones, donde los trabajadores activos aportan para las personas que ya no trabajan). Lo que se busca con esta normativa de Nación es que se le da la posibilidad a los trabajadores que desde el día uno puedan remitir sus aportes a la obra social que elijan”, remarcó y agregó que “ahora comienzan las voces de uno y otro lado. Las empresas de medicina prepaga van por el lado de la libre competencia, de mejorar el sistema y la calidad de las prestaciones, que sería fantástico que así sea, pero el tema es que no se abra la puerta para que indiscriminadamente capten a todo el universo de trabajadores y luego no le brinden prestaciones porque a las obras sociales se las obliga a brindar esas prestaciones”.

“En la actualidad, existen empresas prepagas que terminan derivando a pacientes al hospital: entonces, captan una masa de trabajadores (la plata de la gente) y terminan enviándolos al hospital público”, sostuvo Diván.

¿Esta desregulación se hizo para que mejoren las prestaciones o para desfinanciar a los sindicatos?

“Esa es la gran pregunta. El primer borrador que se conoció decía que se abrían las puertas para que entren las empresas de medicina prepaga sin ningún tipo de límite y sin demasiadas obligaciones, con lo cual, mientras las obras sociales deben aportar un porcentaje (15%) al fondo solidario de redistribución, las privadas no tenía que aportar ningún importe. Ya se está hablando de que las empresas de medicina privada activarían amparos porque se les cobraría un impuesto o lo trasladarían al costo de la cuota”.

“El sistema puede mejorar en la medida que haya reglas igualitarias para todos, sea que las obras sociales sindicales puedan cobrar una cuota extra y ofrecer distintos niveles de cobertura, o que obliguen a las empresas privadas a prestar los servicios que deben”, subrayó.

Hoy las obras sociales sindicales están obligadas a aceptar a los trabajadores, sin importar cuanto aporte. ¿La medicina privada va a tener la misma obligación?

“Eso va a depender de como se implemente la regulación; porque si únicamente van a tomar a la gente que pueda pagarlo, se abre la puerta para que las obras sociales puedan cobrar y tomar a otra gente”. 

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