Estuvo en diálogo con “La Redacción”, la Licenciada, escritora y docente Guillermina Tiramontti, y se refirió al trabajo que se debe realizar con los docentes para mejorar la educación nacional y sobre la posibilidad sumar una hora extra en las escuelas.
“Hay que hacer un trabajo importante con los docentes, los docentes son la llave de la mejora educativa. Pero no es un trabajo sobre las voluntades de los docentes, sino que se trata de capacitación, se trata de dar lugar para que puedan hacer seguimientos de los chicos, dar espacio para que puedan trabajar en conjunto y armar planes, que atiendan las necesidades de los distintos chicos” aseguró Tiramontti.
Recalcó que es esencial trabajar en capacitar y concientizar a los docentes, pero además poder establecer un sistema de seguimiento de los alumnos y poder construir alternativas para los problemas de aprendizaje que se presentan.
También, propusó una reorganización de los cargos docentes, “trabajaría sobre la organización de los docentes en la escuela, porque la escuela Argentina tiene el promedio más bajo de alumnos por docentes. Es decir, tenemos 12 alumnos por docente. Sin embargo, eso no demuestra que tenemos un sistema más personalizado, sino que demuestra que usamos mal el presupuesto. Tenemos muchos docentes mal pagos y con malas condiciones de trabajo”.
“Es preferible tener menos docentes, mejor pagos, mejor formados, mejor capacitados, y esto nos va a ayudar luego a introducir en la escuela los cambios que necesitamos”.
Tiramontti explicó que la pregunta que se debe hacer el docente es ¿para qué educamos?, “si no educamos a las nuevas generaciones, elegimos el camino de la marginalidad. En el proyecto individual serán chicos que no tengan los implementos para incorporarse a las dimensiones más dinámicas de la economía, seguirán estando obligados a la “changa”, si no han adquirido los saberes que son necesarios en este siglo”.
En otro tema, se refirió a una frase utilizada en su libro que refiere a escuelas anticapitalistas, “si se frecuenta los ámbitos educativos, lo que encuentra es una actitud anticapitalista, pero eso no es solamente en la escuela, sino que hay parte de la población que es así, esta idea de que el mercado es malo, que la escuela está por sobre el mercado, que no debe preparar para el mercado de trabajo, sino que prepara a un chico integral, cosa que es verdad, pero una cosa no quita a la otra”.
“Por eso hay un divorcio tan claro entre las propuestas escolares y las exigencias del mercado de trabajo. Pero resulta que los chicos salen de la escuela y necesitan trabajar, y no tienen los implementos que estarían requiriendo. Si no aprenden a leer o escribir, resulta que no solamente no tiene los instrumentos para el mercado de trabajo, sino que no lo tienen para ejercer la ciudadanía ni para participar en la cultura” agregó Tiramontti.
EFECTO DE LA PANDEMIA
“Por supuesto que estoy de acuerdo con la obligatoriedad educativa y eso quiere decir que no es posible suspender las clases continuamente como pasa en la argentina. De la misma manera que los hospitales o los servicios de salud necesitan atender a los enfermos cualquier día, la escuela tiene que estar abierta y debe ser un derecho garantizado todos los días para los chicos” explicó Tiramontti.
Por otra parte, comento la dificultad que poseen los chicos al ingresar a la universidad, “en la universidad todos entran, pero la primera materia que cursan, el texto con el que deben trabajar, solo puede ser procesado por los que provienen de las buenas escuelas”.
Agregó que la tasa de egresos en las universidades es muy baja, “nosotros tenemos un sistema hipócrita, decimos que somos igualitaristas y después utilizamos estrategias no formales para seleccionar a la población. Y eso se hace con metodologías como esa. Si tenemos chicos que salen de la escuela secundaria que apenas saben leer o escribir, que no comprenden textos, vos le pones a leer a Foucault en la primera materia del CBC y resulta que los chicos no pueden leer a Foucault porque no pueden comprender”.
También se refirió a las materias previas permitidas por la secundaria para pasar de año, “esto también da cuenta de lo obsoleto que es la escuela secundaria, no deberíamos estar estudiando de a pedacitos, como se estudia en la escuela secundaria. Deberíamos tener programas de aprendizaje integral, interdisciplinario y también evaluaciones integrales que no solamente consideran la incorporación de contenidos, sino también el desarrollo de habilidades y competencias en los chicos”.
Por otra parte, comentó respecto a la posibilidad de agregar una hora más a las clases en primaria, “hay un consenso generalizado, de que más tiempo mejor aprendizaje, y entonces que uno puede agregar una hora y que eso va a mejorar. Efectivamente, eso puede pasar si está incluido la hora más en el programa general en el cual se mejora la eficiencia de la escuela”.
Continuó, “pero eso no está pasando, se está ofreciendo una hora más, pero sería bueno que además de una hora más, estemos reprogramando la escuela primaria, reprogramándola para que tenga los programas de lengua y matemática que se requieren para superar los resultados que está teniendo. Una hora más es una complicación, pero si va acompañada de todo esto posiblemente sea una mejora”.
Por último, Tiramontti expuso el daño que genero la pandemia en la educación, “profundizó mucho la desigualdad., porque la condición social peso muchísimo más, entonces si eras un chico de sectores marginales que no tenías ningún tipo de conexión, y solo un teléfono que compartías con la familia, las posibilidades de articularlece con la escuela y seguir un programa eran pocas. Muchos chicos se fueron a trabajar o sobrevivir como podían, entonces tenemos un millón, un millón y medio de chicos que se quedaron fuera de la escuela”.
