El culto excesivo por el cuerpo y la musculatura llevó a Kiril Tereshin a inyectarse una mezcla casera de aceite de oliva, alcohol bencílico y lidocaína, logrando unos enormes bíceps que lo catapultaron a la fama, principalmente en las redes sociales, donde era conocido como el “Hulk Ruso” u “Hombres Brazos de Bazzoka”.
Ahora, kiril asegura que ya no puede aguantar más el dolor en sus brazos. La inyección de sustancias nocivas le han provocaron un terrible dolor y ahora sufre constantemente por el riesgo de la operación. “Ya es el fin, pido a Dios que el alma salga de mi cuerpo, no puedo aguantar el dolor”. Ha publicado recientemente en las redes; ahora Kiril tiene ganas de morir.
Tal es el riesgo que padece por la deformación de sus brazos, que lo llevan a aplicarse hielo durante una hora y tomar calmantes diariamente, debe afrontar la posibilidad de someterse a una operación en la que podría llegar a perder ambos brazos