Nunca pongas los pies en el salpicadero

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21 Agosto, 2017 a las 13:00 hs.

Después de varias horas (o algunas veces de pura costumbre) de estar en el asiento del acompañante en un vehiculo, muchos hemos sentido las ganas de poner los pies en alto, ¿verdad? Y qué mejor idea que reposarlos un rato sobre el salpicadero. Si eres de los que practican este contorsionismo, por favor no lo hagas más.

Audra Tatum es una ciudadana de Oregon, EE.UU. que viajaba en esa postura cuando el vehículo familiar chocó contra otro en una intersección. La colisión se produjo de lado y a 70 kilómetros por hora, más que suficiente para que saltaran los airbags. Para peor, Tatum no llevaba puesto el cinturón de seguridad.

 El airbag del asiento del copiloto hizo que el pie de Audra saliera despedido en un ángulo extraño hasta su propia cara, rompiéndole la nariz, el tobillo, y la clavícula. La fuerza de la explosión del airbag (se hinchan a una velocidad cercana a los 300 km/h) también le partió el Fémur en cuatro sitios. Actualmente Audra lleva seis tornillos y un tubo de metal implantados en la pierna. Todavía sigue en rehabilitación y los médicos que la atendieron fueron concluyentes. Si hubiera llevado el cinturón y las piernas en su debida postura hubiera salido prácticamente ilesa del choque.

El caso de Audra Tatum es solo un trágico ejemplo pero, lo cierto es que la costumbre parece inofensiva con el vehículo parado o a velocidades bajas pero está muy lejos de ser así. En un automóvil moderno, no hace falta un impacto muy fuerte para que los airbags se activen. Es más, en algunas ocaciones unos de los vehículos podría estar detenido pero al recibir un impacto de otro podría activar los airbags.

Recuerda, no importa a que velocidad circules o si estas detenido, no es conveniente apoyar los pies en el salpicadero del auto.

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