Crean un plástico biodegradable con residuos de queso

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11 Agosto, 2017 a las 14:01 hs.

Se obtiene a partir del lactosuero, un subproducto que no suelen aprovechar las industrias lácteas pequeñas y medianas.

 



En la Argentina más del 90% de las pequeñas y medianas empresas lácteas elaboran quesos, cuyo principal residuo es el lactosuero. Un grupo de especialistas del INTA lograron transformarlo en dos productos con alto valor agregado: por un lado, un plástico biodegradable, que podrá aplicarse a compostaje, y por el otro, un aditivo para la nutrición infantil. Estos desarrollos se realizaron a partir de convenios con dos empresas incubadas en Rafaela (Santa Fe) y junto con el INTI, la Universidad Nacional del Litoral y pymes locales.

El proceso de producción de bioplásticos empieza con la siembra –en suero estéril– de bacterias que se alimentan de lactosa. Luego de someterlas –durante una hora– a 121º de temperatura para que guarden el alimento consumido y lo transformen en Poli Hidroxi 3 butirato (PHB), se rompen, se purifican y se obtiene como resultado un polvo de color blanco, que es enviado a la industria de productos plásticos.

La fabricación de los plásticos estará a cargo de la empresa Embio y el residuo resultante, una vez extraído el bioplástico, se puede reutilizar mediante diversos procedimientos para la generación de biogas o fertilizantes.

En cuanto al aditivo nutricional, se elabora con insumos naturales, lo cual le otorga una alta calidad biológica y capacidad de absorción a la hora de ser suministrados. Con el suero de queso, como medio de cultivo, donde se produce la biofermentación de microorganismos unicelulares –levaduras–, se obtiene biomasa que se procesa en un secado spray.

El producto final es un polvo concentrado con alto valor nutricional que puede adicionarse a cualquier ración alimentaria –leche, sopa, etc.

 

 

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