Otra denuncia de docentes permitió rescatar a una niña de una horrorosa vida de abusos

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6 Julio, 2017 a las 23:23 hs.

La Justicia condenó a propio padre a 10 años de cárcel. Los maestros actuaron ante la negativa de la familia a denunciar.



La situación se repite en el tiempo y este medio ha replicado en los últimos meses varios fallos judiciales donde se destaca la valentía y compromisos de docentes, directivos de colegios, asistentes sociales, médicos de centros públicos y otras personas, que eligen no hacer oídos sordos, que cumplen con su compromiso ciudadano y su rol de funcionario público. Son esas personas las que permiten que niñas como la de este caso puedan salir de un mundo donde son doblemente victimizadas, por un lado por un monstruo que les roba la inocencia mediante sus abusos, y por el otro por un contexto familias que le niega su derecho a decir basta, que no le permite denunciar y la hunde más en un mondo de horror.

El fallo del presente caso se dio este mediodía, cuando el juez de audiencia Carlos Pellegrino informó a las partes que decidió condenar a LCM, un changarín de 38 años que fue juzgado a finales de junio. Para el magistrado quedó claro que el hombre violó durante años a su hija y que parte de su familia tenía conocimiento de ello, pero sin embargo eligió callar.

“Como suele ocurrir en la inmensa mayoría de las investigaciones de delitos de contenido sexual, resulta dificultosa la obtención de pruebas directas que evidencien la existencia objetiva del ilícito, obedeciendo a la ocurrencia de los mismos en la intimidad y en ausencia de testigos, de manera intrafamiliar, sumando la dificultad del relato de la víctima cuando la misma es menor de edad, debido a la inocencia y/o desconocimiento de la relación sexual, la vergüenza que produce y hasta el sentimiento de culpa”, explicó en su resolución el funcionario.

“Las características mencionadas se aplican perfectamente al presente legajo, debiendo -entonces- establecer la búsqueda de indicios que en forma conjunta, analizados en todo el contexto, permitan obtener el convencimiento necesario para el dictado de sentencia”, indicó.

Afirmó luego que “tomando como punto de partida los relatos de la menor, es posible reconstruir en forma lógica la producción del hecho denunciado, la autoría y responsabilidad de imputado en el mismo. La niña cuando tuvo la confianza de la familia, representada por su abuela materna, sus tías y sus hermanas, pudo expresar lo que le estaba pasando, diciendo ‘ustedes no saben lo que es ser violada por tu papa’, con esas pocas palabras pudo contar su sufrimiento”.

Luego contó que “ante la advertencia de las autoridades del colegio donde concurría, sobre la irritabilidad y agresión en su comportamiento, al ser consultada sobre el origen de sus reacciones, pudo expresar que estaba resultando víctima de ataques sexuales de parte de su propio padre”.

Sostuvo que la chica también “se lo había dicho antes a su madre y sus hermanas”, quienes nada hicieron. Por lo que “debido a la ausencia de voluntad familiar en formular denuncia penal, las autoridades del colegio, realizaron la presentación a fin de que se investigue una posible vulneración de derechos de una persona menor de edad”.

“Son esos dichos primigenios, más la entrevista en Cámara Gesell lograda por la licenciada Del Pozo, los elementos de cargo que forman el convencimiento de ocurrencia de los hechos denunciados”, expresó por último.

Finalmente, Pellegrino condenó a CML “como autor material y penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, como delito continuado, (…) a la pena de diez años de prisión de efectivo cumplimiento”.