Pasión por el deporte
Cada día, cientos de miles de personas juegan al fútbol en el mundo, millones de aficionados ven los partidos más importantes a través de la televisión, hombres y mujeres compran camisetas, gritan un gol o corean el cántico de su equipo.
Investigadores de la Universidad de Coimbra, en Portugal, afirman que el amor romántico y el amor futbolero pueden ser la misma cosa. O al menos comprender los mismos circuitos cerebrales y neurotransmisores. “El fútbol despierta emociones, a veces irracionales, que cruzan la frontera entre el amor tribal y el fanatismo“, expresó la institución en un comunicado.
El estudio comprobó que los circuitos cerebrales que se activan en los hinchas del fútbol son los mismos que en los románticos enamorados.
Miguel Castelo-Branco, uno de los responsables de la investigación junto a Catalina Duarte y Ricardo Cayolla, explicó que ante situaciones de emociones positivas -un gol, una jugada destacada o el resultado final de un partido- se desprenden en el cerebro regiones similares del córtex frontal, en donde se liberan dopamina a modo de recompensa. “Hemos podido comprobar que los sistemas neuronales que se activan son muy semejantes al del amor romántico”, sentenció.
Porqué nos apasionan los deportes
Para aquellos que no tienen una afinidad particular con el deporte, parece un poco extraño. ¿Por qué nos juntamos para rodear una televisión para ver un partido? Qué hay en el deporte que nos une, a pesar de nuestras diferencias fuera del deporte.
Los psicólogos destacan los principales aspectos:
• Un modelo a seguir: hoy es conocido que los atletas más excepcionales no sólo poseen una excelente condición física, deben ser disciplinados y de mente fuerte. A los atletas que alcanzan el éxito siempre se los compara con aquellos super héroes que admirábamos de niños.
• Nos da identidad. Los países y las ciudades están representadas por un equipo, desde que somos pequeños nos identificamos con una camiseta, unos colores, un escudo, es algo que ocurre en la mayoría de países del mundo.
• Nos da la oportunidad para sentirse unido con extraños. Hay solo algunos temas básicos que todos hablamos con extraños: clima, comida, y deportes. Además, podemos verlo en un estadio o en la televisión, es una forma de hacer grupo, se puede ver en familia, con la pareja, con los amigos, no distingue condición ni sexo, es una forma de socializar.
• Es un escape de nuestra vida cotidiana: al menos por unos minutos, podemos olvidar el trabajo que nos preocupa y otros factores estresantes a los que nos enfrentamos diariamente. Solo relajarnos y ver la competición.
• Altas y bajas emocionales: De la ira a la alegría; no hay duda que el deporte despierta emociones que pueden cambiar radicalmente, en el transcurso de unos minutos. Y hay algo en esta montaña rusa emocional que nos apasiona.
Al deporte, hay que vivirlo con pasión, pero siempre con buena conducta, instruyendo a los más pequeños en el juego limpio y el respeto a compañeros y rivales