Tras la condena a una docente en la ciudad de General Pico por expresiones en el aula consideradas como maltrato hacia una alumna, el gremio SiTEP (Sindicato de Trabajadores de la Educación Pampeana) manifestó su profundo rechazo al fallo judicial, al que calificó como un precedente “peligroso” y un “mensaje de temor” hacia el conjunto del cuerpo docente.
En diálogo con Infopico Radio, el Secretario General de SiTEP, Cristian Rosso, sostuvo que se trata de un caso de “injusticia, exposición, destrato y ahora también de violencia económica”, ya que la sanción impuesta por la justicia supera incluso el salario mensual de la trabajadora.
“Estamos hablando de una trabajadora de la educación que se le impone una pena económica que profundiza el malestar. Esto no es solo contra Ana (la docente), es contra todos y todas las docentes de la provincia”, expresó Rosso.
El gremio había anticipado su posición mediante un comunicado previo al fallo, y tras conocerse la sentencia, ratificó su rechazo a la judicialización del caso. “Rechazamos completamente que un comentario en una clase se transforme en una causa penal. En educación existen protocolos, espacios de mediación, de reparación. Esto debió resolverse dentro del sistema educativo, como sucede habitualmente ante situaciones conflictivas en el aula”, agregó.
Rosso vinculó el caso al clima político y educativo actual, donde proliferan discursos que cuestionan contenidos curriculares y acusan a los docentes de adoctrinamiento. “Estamos ante una justicia provincial que empieza a avalar prácticas muy peligrosas. ¿Cómo se va a enseñar pensamiento crítico si ante cualquier comentario, un docente puede ser llevado a juicio?”.
En relación a los argumentos del fallo, donde el juez entendió que existió dolo —intención de dañar— por parte de la docente, el dirigente sindical fue tajante:
“¿Cómo determinan un dolo por un comentario en clase? ¿Son jueces o tienen poderes psíquicos? Nosotros no negamos que pueda haber habido un comentario desafortunado, los docentes también nos equivocamos, pero de ahí a una condena de este tipo hay una distancia inmensa”.
Además, Rosso cuestionó el accionar de la familia denunciante, afirmando que el padre de la alumna se opuso previamente a materiales educativos avalados por la provincia y que su postura ideológica influyó directamente en la decisión de llevar el caso al plano judicial. También señaló la falta de pronunciamiento por parte del Ministerio de Educación de La Pampa, reclamando que la patronal “tome posición” frente al fallo.
“Hoy es Ana, mañana puede ser cualquier otro docente. El mensaje que baja este fallo es: no te metas. Y nosotros no podemos enseñar desde el miedo. Si no hay libertad para enseñar, ¿qué nos queda? ¿Repetir contenidos como una inteligencia artificial?”.
Desde SiTEP anunciaron que acompañarán el proceso de apelación que llevará adelante la defensa de la docente, y anticiparon nuevas acciones gremiales para visibilizar lo que consideran una situación de extrema gravedad institucional.
El caso ha generado un intenso debate público en La Pampa, dividiendo aguas entre quienes consideran que el aula debe ser un espacio de neutralidad total y quienes defienden la posibilidad de que el docente exponga posturas críticas y fomente el debate dentro del marco curricular.
