Verónica Moreno, rectora de la UNLPam: “La Facultad de Humanas tuvo una gran impronta en su sede de Pico”

Verónica Moreno, rectora de la UNLPam: “La Facultad de Humanas tuvo una gran impronta en su sede de Pico”
2 Octubre, 2021 a las 20:00 hs.

La rectora de la UNLPam, Verónica Moreno, afirmó que la Facultad de Ciencias Humanas, que cumplió 50 años “ha tenido una fuerte impronta no solo formando docentes, trabajadoras y trabajadores de la educación o científicos. También crearon las condiciones para que las y los estudiantes pudieron llevar adelante sus estudios”.

Moreno, docente de la unidad académica, indicó que “la Facultad de Ciencias Humanas cumple 50 años. Medio siglo de aportar conocimiento y docentes para la educación de la provincia a través de sus dos sedes. En General Pico la sede de la Facultad ha sido importante para la UNLPam porque fue la primera vez que la Universidad se extendió al interior de la provincia y se instaló en la ciudad. General Pico y todo el norte provincial conoció a la Universidad pampeana gracias a la Facultad de Ciencias Humanas”.

“Su marca de orillo en los 70 fueron los debates por una ley universitaria, las propuestas políticas de descentralización y el esquema liberación-dependencia, la tremenda capacidad de organización de la demanda popular por el objetivo de más educación, arrancado abruptamente por la dictadura militar”.

“Fue época de silencios y omisiones académicas, de test de ingreso y de pago de aranceles. Clausura de la sociología y centralidad de fundamentalismos pedagógicos: el personalismo y las teorías del capital humano que entran en tensión recién a finales de los ’80, cuando las corrientes democratizadoras de los saberes nos ofrecen otras oportunidades, a docentes y estudiantes, y experiencias de formación docente”.

“En los 80 la participación ciudadana y la distribución del poder; las relaciones asimétricas institucionales y su relación con el conocimiento abonan las discusiones institucionales, las posibilidades por votar a nuestros representantes de claustros y los planes de estudio”.

“Sin embargo, estas experiencias democratizadoras se vieron rápidamente frustradas por el establecimiento de un orden conservador y mercantil que se prolongó incluso hasta pasado el primer decenio del siglo XXI, cuyo emergente más claro lo constituye la ley de educación superior e incluso, en la imposibilidad consensuada, del dictado de una nueva ley. A la lucha por el sostenimiento de la universidad pública y gratuita, se le suma la referencia de calidad ocultando, en esa misma denominación, la necesidad de reconocerla también como una institución popular”.

“Nuestra Facultad ha tenido una fuerte impronta no solo formando docentes, trabajadoras y trabajadores de la educación o científicos. También crearon las condiciones para que las y los estudiantes pudieron llevar adelante sus estudios. Sostuvimos préstamos de textos desde las cátedras, inventamos las clases de apoyo para el claustro estudiantil, creamos el área de educación a distancia y la tutoría de pares para el ingreso”.

“Hoy damos como un derecho adquirido el poder estudiar en una Universidad pública y gratuita, pero al mismo tiempo sabemos que garantizar estas breves condiciones, no son suficientes para incrementar el egreso. Quizás, y tomando a Elizabeth Jelin, habría que reconstruir un compromiso cívico a partir del pasado de luchas y militancias, con el objetivo de ligar una vez más el sentido de la formación a los destinatarios de nuestras acciones”, indicó.

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