Contradiciendo a los celosos cuidados que se imponen ante el Covid 19 en la localidad, un salón ubicado en la esquina de calle Italia y Joaquín Armesto, que sería propiedad de la Municipalidad Local, se encuentra totalmente abandonado y en su interior proliferan los temerosos transmisores de enfermedades como lo son los murciélagos que en los atardeceres vuelan en todas las viviendas aledañas según confirman los vecinos, y en las que viven varios niños.
El edificio tiene una de sus puertas que permanecen abiertas lo que permitió obtener imágenes y percibir el olor nauseabundo que origina esta especie tan antipática y además reconocida de ser transmisor de enfermedades.
Esta situación data de bastante tiempo atrás, pero la sensibilidad de la población ante la pandemia del Covid 19 y que obliga a cumplir con determinados protocolos sanitarios sorprende la despreocupación de los responsables, que al decir de los vecinos ya trasladaron la problemática a autoridades municipales quienes serían responsables y con mayor razón si el espacio sería de propiedad municipal.