Queda menos de una semana para el 27O, la elección final de 2019. Está la certeza de un resultado a favor de Alberto Fernández, la visión triunfalista del peronismo y la postura entre resignada y esperanzada de un milagro de los seguidores de Macri. Así se vio en los dos actos de la semana de cierre entre los dos principales competidores.
Triunfalistas y realistas en el PJ
El jueves 17 de octubre fue el acto del Frente de Todos en Santa Rosa. Ya todos los medios, habidos y por haber, hablaron de lo sabido: el lugar elegido fue un reconocimiento al gobernador Carlos Verna por su contribución al camino de la unidad. Y qué contribución. Hoy bajo la euforia de los aires triunfalistas todos se olvidan de lo que era el peronismo hace un año.
Desde el Frente de Todos asumen que la elección ya está definida y solo queda esperar el resultado del domingo para ratificarlo. Todo ha sido armonía al interior de la coalición y ahora falta esperar qué dinámica tomará una vez en el ejercicio del poder.
En el acto de Santa Rosa, Verna advirtió que más allá de los festejos a futuro “habrá que comerse sapos” y seguir bancando al peronismo. Experimentado conocedor de los tiempos políticos, sabe que el próximo gobierno deberá tomar medidas que no serán todas simpáticas para intentar frenar la descomunal crisis económica actual. Y que esto pondrá a prueba el acompañamiento de sectores y dirigentes más dogmáticos que prácticos. Es la visión realista de lo que viene.
La estrella del acto fue Cristina Fernández, objeto de adoración de muchos. Fue una celebración con tono más familiar que la barbarie que imaginaban muchos antiperonistas en los días previos. Los kirchneristas ponen el acento del triunfo esperado en el “arrastre” y popularidad de CFK. Desde el peronismo federal esto no hubiera sido posible sin la unidad y el aporte de los gobernadores del PJ. Que Alberto Fernández esté a un paso de ser presidente, más allá del voto económico anti-Macri, ha sido por el aporte de unos y otros. Ni CFK hubiera llegado sola, ni los gobernadores hubieran encontrado una alternativa superadora. Esa es la gran contribución de los que apostaron a la unidad.
Sobre el escenario, más allá de la postal nacional, quedaron algunas señales para La Pampa. La centralidad del vernismo, el peronismo pampeano ubicado en el mapa nacional con Sergio Ziliotto y la proyección de Verna -que ya la tenía como referente de los gobernadores críticos a Macri pero que ahora fue ratificado desde lo simbólico- y el lugar que ocupará La Cámpora. En el escenario estuvo la diputada electa K María Luz Alonso, y ningún otro dirigente local o sector representado. El peronismo se va reconfigurando para la etapa que viene.
Esperando un milagro
Desde Juntos por el Cambio, el ex Cambiemos, se hizo su contraacto en La Pampa en paralelo con la “Marcha del millón” de Macri en el obelisco. El presidente, con los números en contra y sin poder romper el techo de las PASO, se lanzó a un acto que le pusiera épica y calor popular a su figura. Tras haber dejado atrás la campaña moderna de la microsegmentación y el big data, se abrazó al proselitismo tradicional como tabla para mantenerse a flote. Espera alcanzar el milagro del balotaje que hagan que una vez más las encuestas erren sus pronósticos. O al menos quedar bien parado y como referencia de la oposición para los tiempos que vendrán.
La campaña macrista esperó a octubre para arrancar cuando más o menos se había domado al dólar. Hay quienes siguen en la resignación de la derrota en la que los dejó las PASO, otros se abrazan al milagro que conjure la vuelta del peronismo. En La Pampa se vivió la campaña con un aire distante hasta el sábado. Hasta ese momento el candidato Martín Berhongaray se abrazó a la táctica del avestruz para no tener que asumir los costos políticos del macrismo. Esa “plancha” en la campaña fue estratégica. Ni medios que lo incomodaran ni mucho acompañamiento de sus pares. Recién el principal candidato del antiperonismo apareció el sábado en el acto en Santa Rosa, cuando las repercusiones de lo que ocurría en Buenos Aires parecían darle un aire de esperanza y cierta euforia a su gente.
La estrategia conservadora de no mostrarse tiene su porqué. Los números que se manejan de encuestas indican que el candidato de Juntos por el Cambio ingresará igualmente al Congreso, ya que los números no han variado mucho desde las PASO. El resultado en La Pampa además es muy cerrado en los números y siempre es un uno y uno en este tipo de elecciones. En el peronismo Hernán Pérez Araujo ya tenía la banca asegurada, y el peronismo hace lo posible para que entren dos en lo que pudiera ser una elección histórica para que lo acompañe Carmina Besga. Ese uno y uno es otra certeza que en el PJ esperan también conjurar con el resultado del próximo domingo.