La senadora nacional por La Pampa, Norma Durango, remarcó que “es difícil ser mujer en esta época, ser mujer sorda es más difícil y ser mujer sorda y víctima de violencia lo es más aún”. Presentaron una guía de recomendaciones que fue elaborado con la colaboración de Naciones Unidas para el Desarrollo.
El equipo interdisciplinario a cargo del programa “Sordas Sin Violencia” compartió diferentes experiencias de trabajo, fundamentalmente aquellas que se producen en prácticas laborales cotidianas y también se realizó la presentación de la guía de “Recomendaciones para el acceso a la Justicia de mujeres sordas víctimas de violencia de género”, que fue elaborado con la colaboración del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Durante el encuentro se encontraban presentes la ministra de Desarrollo Social, Fernanda Alonso, la senadora nacional, Norma Durango, el intendente local, Juan José Rainone, la directora de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar, Claudia Santiago, el director de Discapacidad, Ivan Poggio, el subsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Juan Pablo Bonino, el fiscal general de la Segunda Circunscripción, Armando Agüero, y el equipo interdisciplinario del Programa Sordas sin Violencia integrado por Ester Mancera, Mariana Reuter, Mariela León Bani y Elisa Mottini.
La senadora nacional por La Pampa, Norma Durango, remarcó que “es difícil ser mujer en esta época, ser mujer sorda es más difícil y ser mujer sorda y víctima de violencia lo es más aun. Por lo tanto, quienes están a cargo de las disertaciones hoy, están capacitadas y pueden transmitir esas experiencias, no solo a la comunidad sorda, sino a toda la comunidad, para que logremos tomar conciencia de lo difícil que es la situación por la que pueden llegar a estar atravesando las mujeres sordas”.
Del mismo modo, agregó que “quienes capacitan han logrado establecer toda una red para volcar sus experiencias en capacitaciones. Imagínense la situación que se puede dar cuando una mujer sorda debe explicarle a la policía o a un fiscal que está sufriendo violencia de género, no es fácil, ni para ella ni para quien debe brindarle su atención. Cuando no hay oralidad y sí lengua de señas, por eso la solidaridad debe ser de todos”.
Durante la apertura la ministra Fernanda Alonso, manifestó que “cada uno de los dispositivos que existen para atender y acompañar a una mujer que es víctima de violencia directa debe estar preparado para garantizar la accesibilidad a todas las mujeres que sufren este tipo de situaciones”.
En esa línea, Alonso detalló que “es clave la función de cada uno de los actores que formamos parte de esta ruta que empieza a transitar una mujer cuando es víctima. Tenemos la enorme responsabilidad de atender, contener, acompañar y asesorar como corresponde para garantizarle la restitución de sus derechos y la posibilidad de sortear esta vulneración a la cual está sometida”.
Por último, expresó que “asumimos el compromiso de trabajar esto duramente. Entendemos que aún nos queda mucho por recorrer y hacer. Garantizar el acceso a las personas con discapacidad a todos los servicios que se brindan, es algo que nos hemos propuesto a lo largo de toda la gestión, entendiendo que debemos trabajar desde la igualdad y la equidad, en cada uno de los programas que nos proponemos y el acceso a los dispositivos de atención a víctimas de violencia”.