En un relato que pareciera sacado de una saga policial, el dueño de la pollería asaltada noche, contó detalles de lo sucedido. Mirá el video.
Pablo Cluster, dialogó con infopico.com y contó que al momento del hecho ocurrido ayer a eso de las 20:00 hrs en calle 21 y 28, “aparecieron estas dos personas después que sale una señora, aparentando ser clientes, empezaron a preguntar precios y yo les respondí como a cualquier otro cliente. Luego me dijeron…bueno loco danos la plata.. y ahí me muestran que estaban armados y uno se pega la vuelta detrás del mostrador”, contó.
Los sujetos estaban armados con cuchillos y con “una recortada de un cañon”, señaló el damnificado agregando que es la primera vez que le sucede algo así.
Continuó relatando que “después de esto, me asusté, les di la plata cosa que se fueran rápido pero querían más cosas. No se conformaban. Me tiraron la llave de la moto y me pidieron el teléfono y otras cosas más. Después se me vino a la cabeza que estaba por venir gente que conozco al negocio y agarré y los quise sacar. Cuando los quise sacar me quisieron gatillar. Me puse nervioso, agarré el cuchillo y saqué al que estaba detrás del mostrador y el otro gatilló, no le salió el tiro y se fue corriendo”.
En ese momento el joven propietario del comercio salió a la calle “y uno salió para el lado de la moto y el otro cruzó la calle. Quise ir a agarrar al que tenía la plata y cuando lo quise agarrar justo veo a un amigo que estaba al otro lado de la vereda. Este se percata de la situación y va corriendo y lo choca. Fue un golpe bastante fuerte que se dio y se fue rengueando”, contó refiriéndose a uno de los delincuentes.
Puntualizó más adelante que “el otro quiso arrancar la moto, pero no le arrancó y yo fui y de una patada lo bajé. Se cayó sobre el cordón y luego se fue corriendo. Me quiso gatillar dos o tres veces más…me dice, quedate quieto, quedate quieto. En ese momento le pinché las dos ruedas”, señaló.
Pablo indicó que solo minutos antes habían estado en el comercio su novia junto a su hermana menor de 3 años, lo que habría hecho que si los delincuentes hubiesen actuado en ese momento habría sido una situación peor.
El joven no descartó la posibilidad de tener que instalar cámaras de vigilancia en el local luego del desagradable episodio, que casi le cuesta la vida.
Situación aparte es lo que le pasó al padre del joven quien luego de este hecho, salió del lugar a bordo de una moto y “con la desesperación no se puso el casco” y al llegar a calle 25 fue interceptado por personal de tránsito y policías a quienes les explicó toda la situación “pero a ellos no les importó, y uno de los policías le decía, no, yo no estoy para eso, hoy estoy para otra cosa”. Ahí le retuvieron la moto.