Según afirmó Luis Daratha, director de Prevención y Convivencia Ciudadana, “la ley interpreta que los vehículos retenidos que la gente no busca ni reclama son para desechar”.
De acuerdo a la Ley de Tránsito, a partir de los seis meses de retenido el vehículo, el municipio está autorizado para iniciar la compactación, aunque por lo general se otorga un tiempo más a los propietarios para darles la posibilidad de retirar su auto o su moto luego de pasar por a cancelar su deuda por el Tribunal de Faltas.
Tal es así que el plazo para pagar las multas correspondientes a los vehículos retenidos hasta el 28 de febrero de 2016 culminó en noviembre del mismo año.
Desde hace unas tres semanas se están llevando a cabo en los galpones de depósito acciones vinculadas a la compactación de autos y motos retenidas por el Departamento de Tránsito del municipio. En total, son 36 automóviles, 416 motocicletas y 140 caños de escape.
Tal como fue anunciado desde el municipio a fines de noviembre, mediante la resolución N° 5314/16, se dispuso la compactación de los vehículos retenidos por diferentes infracciones.
El trabajo empezó con el desarme de los vehículos y su posterior limpieza, ya que según explicó un referente de los operarios hay partes de los motores que no se compactan y además se les deben retirar todos los fluidos, baterías y tubos de GNC.
Vale aclarar, que de manera previa a la compactación, se pone énfasis en llevar un registro del número de motor o de cuadro de cada vehículo, porque se trata de un bien registral, y además de cada uno se debe firmar un certificado de bajo impacto ambiental realizado por un inspector de saneamiento.