“Me puse mal porque lo estaban ahorcando y es mi hijo. Yo le pegue una patada a la policía”, admitió Medina

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16 Diciembre, 2016 a las 23:23 hs.

Los dos imputados por la agresión a la agente Malzman reconocieron que la golpearon.



Durante la audiencia celebrada este medio día en los Tribunales piquenses, los dos imputados por la agresión a la agente policial Malzman, Miguel Medina (50) y su hijo E.R.M. (17), reconocieron que la golpearon, aunque intentaron minimizar la agresión. Negaron que fuera un golpiza y sostuvieron que solo le dieron dos puntapiés.

El hombre mayor de edad contó que su hijo lo llamó porque iban a secuestrarle la moto en un operativo de tránsito en calle 9 entre 4 y 6. Dijo que al llegar anoche al lugar vio cuando al adolescente “lo tenían del cuello dos o tres personas, yo pregunto que si no era ningún delincuente ¿por qué lo tenían del cuello ahorcándolo? Me dijeron que fue porque pateó la camioneta de los inspectores, les pedí que lo soltarán y no me hacían caso”.

“Yo me puse mal porque lo estaban ahorcando y es mi hijo –expresó el imputado-. Yo le pegue una patada en el traste (sic) a la policía, pero juro por mi hijo que no sabía que era una mujer, porque tenía un casco puesto, lo único que veía era que lo tenían del cuello”.

“Cuando me gritaron ‘le pegaste a una mujer’ ahí me cayó la ficha y listo, dijo voy preso y ahí mismo me quedé, hasta que me vinieron a buscar y me llevaron”, agregó Medina.

“Me porto bastante bien desde hace 50 años y me vienen a joder con mentiras, eso es lo que me duele. Si la Policía hace esto, pobre de nosotros”, dijo el vecino y discrepó con la versión oficial. “Me leyeron hoy que le había pegado patadas en las costillas y no es así”, aseguró.

“No quiero que mi hijo sea delincuente, pero tampoco quiero que me lo embarren así porque sí nomás gratuitamente”, afirmó el implicado en el hecho y deseó que “ojala que hayan cámaras ahí para que vean si es cierto o no que yo hice todo lo que me acusan”.

Por último, también declaró su hijo, E.R.M., quien reconoció que luego de que su papá golpeó e hizo caer a la uniformada, el logró soltarse y al pararse le pegó una patada en la cabeza a la mujer, que tenía colocado el casco reglamentario, lo que evitó un perjuicio mayor a su salud.