El juez Florentino Rubio condenó hoy a un hombre de 59 años de edad, domiciliados en Ingeniero Luiggi a tres años de prisión en suspenso por el delito de “abuso sexual simple agravado”.
El hecho fue relatado por la niña, que entonces tenía seis años de edad, ya que su madre le había inculcado que nunca debía permitir que nadie la tocara en sus partes íntimas y si alguien lo hiciera, lo contara enseguida.
El hecho ocurrió en la cocina de la casa del abuelo materno, cuando la niña estaba mirando dibujitos animados en la televisión y la madre había salido al patio a tender ropa.
Ocurrió en noviembre del año pasado, en horas cercanas al mediodía, en la vivienda que el hombre tiene en Ingeniero Luiggi. Las pericias psicológicas realizadas a la niña no arrojaron dudas sobre el hecho.
Y el juez Rubio entendió que estaba probado, por lo que condenó al hombre a tres años de prisión en suspenso, y reglas de conducta como abstenerse de acercarse a menos de 200 metros respecto a la nieta, la hija y la pareja de su hija, además de prohibición de comunicación con ellos por cualquier medio.