Ayer jueves concluyó el juicio contra el médico piquense Lucas Vergara, donde tanto la Fiscalía como la querella, pidieron la absolución del profesional, el cual era juzgado por “homicidio culposo” en perjuicio del músico local Eduardo Martínez, que murió cuatro días después de ser atendido en el Hospital Gobernador Centeno por una herida de un arma blanca.
El abogado querellante, Pablo Rodríguez Salto, explicó que luego del debate “resulto que la actuación atribuible al doctor Vergara no puede decirse que tiene relación de causalidad suficiente por el fallecimiento del señor Martínez.
A criterio de la fiscalía, según su alegato final, no habría ninguna actividad médica que reprochar de nadie”. El fallo se hará oficial el 20 de mayo, y que solo puede ser una absolución.
Rodríguez Salto aseguró que hubo mala praxis, pero luego del trabajo realizado por el doctor Vergara, “hubo mala praxis en la atención posterior, entonces no podemos atribuirle una actividad posterior al doctor Vergara que termino su guardia a las 8:00, 8:30 h ese día y por eso se pidió su absolución como corresponde”.
También, el abogado señalo a quien sería el responsable, “la responsabilidad civil no necesita ser de una persona determina, puede ser, y en este caso me parece una de las opciones más factibles, atribuirle la responsabilidad al nosocomio, o al estado como dueño del nosocomio. No interesa en este caso quien fue el médico que cometió en concreto la mala praxis, sino que demostrado que se actuó mal, hay que responder civilmente, indemnizar”.
Por otra parte, el abogado dio algunos detalles de lo que fue el juicio, “se le atribuía al doctor Vergara no haber hecho una exploración correcta de la herida que permitiera detectar que había una perforación en la cavidad abdominal y por el otro lado, se le reprochaba no haber hecho una ecografía abdominal en ese momento. En el debate quedo claro a mi criterio, que, por un lado, esa omisión y esa exploración de la herida son comportamientos falibles, o sea, que en gran cantidad de casos no dan resultado cierto, falsos negativos, termina pensando que no existe lesión cuando en realidad existe”.
Además, siguió Rodríguez Salto, “hay otra que a mi juicio es determinante, que es algo que el doctor Vergara si hizo, que es pedir una placa radiográfica y un laboratorio, de esas placas y el laboratorio cuyo resultados estuvieron disponibles después de que el doctor Vergara dejo la guardia, la placa no informaba nada extraño y el laboratorio sí, informaba valores compatibles con una anemia, entonces había que pensar cuál podía ser la causa de la anemia”.
Aquí detalló que hay dos causas posibles de anemia, la denominada crónica o si no a causa de una posible hemorragia. En este caso era evidente que la anemia era por hemorragia, teniendo en cuenta las heridas del paciente, pero no se realizaron nuevos estudios para confirmar esto, “entonces esa conducta, a mi criterio si grosera, no se le puede atribuir a Vergara, si no es atribuible a los medios que lo atendieron después” aseguró Rodríguez Salto.
Posteriormente a estos hechos, el cirujano que ingresaba, luego del turno del doctor Vergara, debía realizar operaciones, entonces el paciente, Eduardo Martínez, quedo a cargo de médicos generalistas. Estos no se percatan de los valores resultantes del laboratorio, ni proceden a hacerles estudios, y, sin esperar, la opinión del cirujano lo dan de alta.
Por último, agregó Rodríguez Salto, “uno siempre frente a una muerte injusta, siempre cree que algún responsable tiene que haber, y yo creo que lo hubo, pero si estoy convencido de que Vergara no es el responsable penal, y yo no voy a acusar penalmente a una persona que no crea que es culpable”.
