En un reciente contacto con InfoPico Radio 99.9, el dirigente agrario Ulises “Chito” Forte, representante de la Asociación Agraria y productor rural de larga trayectoria, expuso su perspectiva sobre la situación actual del campo. Entre los temas abordados estuvieron la reciente lluvia que trajo un respiro en medio de la sequía, las bajas “temporarias” de retenciones dispuestas por el Gobierno y el futuro incierto para las economías regionales.
Un respiro desde el cielo
“Estoy como chacarero en día de lluvia”, expresó Forte con satisfacción al confirmar que en su chacra cayeron entre 22 y 24 milímetros de agua. Si bien en algunas zonas el granizo castigó los cultivos, el dirigente destacó que la lluvia era muy necesaria tras meses de sequía: “Hace falta más agua, pero por lo menos se cortó la racha seca”.
Pese a este alivio, la preocupación no desaparece. Según Forte, muchos cultivos de maíz de primera se perdieron o sufrirán rendimientos muy bajos, mientras que el girasol también sufre el impacto de la falta de humedad. Además, advirtió sobre la escasez de forraje para el invierno debido a que no se ha podido hacer rollo ni picado en la cantidad esperada.
Bajas de retenciones y su impacto real
Consultado sobre la reducción de las retenciones, Forte fue claro al señalar que hay más dudas que certezas: “Falta la letra chica. Que la baja sea temporaria deja un sabor a poco”. Destacó que la medida parece apuntar más a acelerar la liquidación de cosechas que a un verdadero alivio para el productor: “No lo hacen por amor a los chacareros; el Gobierno necesita dólares y busca que la cosecha se venda rápido”.
Asimismo, explicó que, si las retenciones suben nuevamente después de junio, podría darse un efecto distorsivo: “Todo el mundo vendería ahora y los exportadores compran a precio interno para vender a precio internacional”. Frente a un eventual nuevo acuerdo con el FMI y la posibilidad de un tipo de cambio que escale entre los 1000 y 1300 pesos, Forte opinó que una reducción de cinco puntos en las retenciones quedaría diluida si el dólar no se acomoda a valores “competitivos” para el sector.
Carga impositiva y competitividad
Otro punto central de la entrevista fue la elevada presión impositiva que recae sobre los productores. Forte resaltó que, más allá de las retenciones, hay otros gravámenes que complican la actividad, como ingresos brutos, guías y tributos provinciales: “Necesitamos una reforma impositiva más integral y una política agropecuaria de fondo”.
En materia ganadera, alertó sobre el encarecimiento del maíz —principal insumo para alimentar al ganado— y la apertura de importaciones de carne de cerdo, que pueden perjudicar aún más a los productores locales.
Perspectivas en la provincia de La Pampa
En cuanto al escenario productivo en La Pampa, Forte confirmó que las pérdidas son significativas. “Se han perdido muchas cosechas”, lamentó, al tiempo que insistió en la gravedad de la falta de reservas forrajeras y el impacto negativo que tendrá en la rentabilidad de los chacareros.
Con un panorama climático adverso y la economía condicionada por la alta carga impositiva, el representante de la Asociación Agraria considera que la provincia —y el país en general— atraviesan un momento de “quebranto”.
“No escapamos a la realidad nacional”, concluyó Forte, remarcando la necesidad de políticas de Estado que contemplen la producción agraria de manera integral, con reglas claras y estabilidad en el largo plazo para que el campo pueda salir de la crisis y desarrollar su potencial.