“Nené” Falleció a los 77 años. Fue por años quien nos emitía el boleto de las líneas de colectivo en la Terminal. Por su oficina de despacho ha pasado gran parte de General Pico.
Hoy partiste, querida Nené, al más allá. ¿A quién irás ahora a vender tus boletos? Quizás al silencio infinito, al tren que une todos los destinos posibles. De niño te conocí, presencia firme en medio de nuestras incertidumbres. Secabas nuestras lágrimas cuando papá, viajaba por negocios, se ausentaba por días que nos parecían eternos. En esos momentos, eras refugio y certeza, un faro en nuestra pequeña tormenta.
Después, con la llegada de algún pariente desde Mendoza o la mudanza de alguien a General Pico, siempre estabas ahí, sonriente, tendiendo la mano. Había algo en vos que trascendía lo cotidiano, lo común como si el simple acto de vender boletos fuera de un ritual secreto, una alquimia que transformaba destinos y una historia.
El tiempo pasó, y nosotros nos fuimos también, primero a Córdoba, a estudiar. Cada vez que regresamos, ahí estabas, con tus preguntas llenas de interés genuino: “¿Cómo van los estudios? ¿Cómo están las cosas?” Siempre con esa palabra de aliento que sabía ser tanto bálsamo como empuje: “El esfuerzo de hoy será el futuro de mañana”. Me sabías decir.
Te convertiste, sin darte cuenta, en un símbolo: nuestra vendedora de boletos . Más que los pasajes, lo que ofrecías era un recordatorio de la importancia de los pequeños gestos, de la perseverancia y del cuidado amoroso que sostiene el entramado de la vida.
Hoy, el tren de tu vida ha hecho su última parada. Pero no hay adiós definitivo, Nené. En cada memoria guardamos, cada historia compartida, sigues viva en nosotros siempre serás la reina de nuestra terminal de ómnibus de General Pico. Descansa en paz, querida Nené, en ese vasto paisaje donde tiempo y espacio dejan de importar. Tu vida, con tu sencillez y grandeza, siempre estará en nuestros corazones.
Vicente David Figueroa 29 de diciembre 2024
