En el marco del mes de concientización sobre el cáncer de próstata, conocido como el “mes azul”, el médico Pablo Dédola, especialista en urología, aborda la importancia de la detección temprana y la prevención de este tipo de cáncer, que es el más común entre los hombres y la tercera causa de muerte relacionada con el cáncer.
La magnitud del problema: Dédola subraya que el cáncer de próstata es una enfermedad silenciosa que puede pasar desapercibida si no se realizan controles anuales. “El 25% de los pacientes que tienen cáncer de próstata llegan tarde, ya con metástasis”, explicó. Añadió que la cifra podría duplicarse, ya que se estima que hasta el 50% de los casos se diagnostican de forma tardía. La detección temprana es clave, y para ello es fundamental realizar un chequeo anual que incluya un análisis de sangre para medir el antígeno prostático específico (PCA) y un examen físico.
Síntomas y diagnóstico: El cáncer de próstata puede confundirse fácilmente con la hiperplasia prostática benigna, cuyos síntomas incluyen dificultad para orinar. El médico enfatizó en que “el hombre se tiene que controlar como hace la mujer todos los años”. La prevención consiste en un análisis de sangre y un tacto rectal. “Es un chequeo simple y de bajo costo”, recalcó, mencionando que el PCA se debe realizar anualmente, entre los 50 y los 80 años, y a partir de los 45 si hay antecedentes familiares.
Avances y retos en el diagnóstico: A pesar del avance tecnológico, el tacto rectal sigue siendo parte de las guías internacionales de diagnóstico. Con la evolución de las técnicas, se espera que métodos como la resonancia magnética nuclear sean más accesibles y aprobados por los seguros de salud. “El día que la resonancia magnética se haga más extensiva, será el método de diagnóstico precoz”, dijo.
Tratamientos y perspectivas: El diagnóstico de cáncer de próstata se confirma mediante una biopsia, obteniendo muestras que se analizan para determinar si el cáncer está localizado. Dédola detalló que si se encuentra en etapas tempranas, se pueden realizar cirugías o radioterapia con intención curativa. Sin embargo, “en las etapas 3 o 4, cuando ya existen metástasis, el tratamiento es paliativo“. No obstante, un hombre con cáncer de próstata avanzado puede vivir entre 10 y 15 años. “La edad de mayor incidencia es a partir de los 60 años”, añadió, y mencionó que más del 80% de los hombres mayores de 80 años pueden tener cáncer de próstata sin que este sea la causa de su muerte.
Factores de riesgo y cuidados preventivos: Dédola resaltó que, aunque la actividad física y una buena alimentación contribuyen a una mejor salud en general y pueden reducir el riesgo, “no estás exento”. Los factores genéticos y de dieta también juegan un papel, aunque medirlos es complicado.
Fertilidad y cáncer: En cuanto a la fertilidad,En el marco del mes de concientización sobre el cáncer de próstata, conocido como el “mes azul”, el médico Pablo Dédola, especialista en urología, aborda la importancia de la detección temprana y la prevención de este tipo de cáncer, que es el más común entre los hombres y la tercera causa de muerte relacionada con el cáncer.
La magnitud del problema Dédola subraya que el cáncer de próstata es una enfermedad silenciosa que puede pasar desapercibida si no se realizan controles anuales. “El 25% de los pacientes que tienen cáncer de próstata llegan tarde, ya con metástasis”, explicó. Añadió que la cifra podría duplicarse, ya que se estima que hasta el 50% de los casos se diagnostican de forma tardía. La detección temprana es clave, y para ello es fundamental realizar un chequeo anual que incluya un análisis de sangre para medir el antígeno prostático específico (PCA) y un examen físico.
Síntomas y diagnóstico El cáncer de próstata puede confundirse fácilmente con la hiperplasia prostática benigna, cuyos síntomas incluyen dificultad para orinar. Dédola enfatizó que “el hombre se tiene que controlar como hace la mujer todos los años”. La prevención consiste en un análisis de sangre y un tacto rectal. “Es un chequeo simple y de bajo costo”, recalcó, mencionando que el PCA se debe realizar anualmente, entre los 50 y los 80 años, y a partir de los 45 si hay antecedentes familiares.
Avances y retos en el diagnóstico A pesar del avance tecnológico, el tacto rectal sigue siendo parte de las guías internacionales de diagnóstico. “Si bien uno aquí en el interior del país es difícil, si vos empezás a tactar a todos los pacientes creo que te comes una cachetada, pero… esa probabilidad, aunque sea de 1 en un millón, está”, reconoció Dédola, haciendo hincapié en la importancia de la exhaustividad en el examen.
Con la evolución de las técnicas, se espera que métodos como la resonancia magnética nuclear sean más accesibles y aprobados por los seguros de salud. “El día que la resonancia magnética se haga más extensiva, será el método de diagnóstico precoz”, dijo.
Tratamientos y perspectivas El diagnóstico de cáncer de próstata se confirma mediante una biopsia, obteniendo muestras que se analizan para determinar si el cáncer está localizado. Dédola detalló que si se encuentra en etapas tempranas, se pueden realizar cirugías o radioterapia con intención curativa. Sin embargo, “en las etapas 3 o 4, cuando ya existen metástasis, el tratamiento es paliativo”. No obstante, un hombre con cáncer de próstata avanzado puede vivir entre 10 y 15 años. “La edad de mayor incidencia es a partir de los 60 años”, añadió, y mencionó que más del 80% de los hombres mayores de 80 años pueden tener cáncer de próstata sin que este sea la causa de su muerte.
Factores de riesgo y cuidados preventivos Dédola resaltó que, aunque la actividad física y una buena alimentación contribuyen a una mejor salud en general y pueden reducir el riesgo, “no estás exento”. Los factores genéticos y de dieta también juegan un papel, aunque medirlos es complicado.
Fertilidad y cáncer En cuanto a la fertilidad, Dédola afirmó que un hombre joven diagnosticado puede aún ser padre, dependiendo del tratamiento recibido. “Si se hizo radioterapia, puede haber daño testicular, por lo que se recomienda preservar espermatozoides antes del tratamiento”. La quimioterapia también afecta, pero tras un año, se pueden evaluar las posibilidades de fertilidad.
El impacto emocional y psicológico: Pablo Dédola reconoció que el diagnóstico de cáncer impacta psicológicamente tanto al paciente como a su familia. “Es importantísimo que el paciente esté igual de informado que la familia”, sostuvo. La actitud del paciente es un factor crucial para el éxito del tratamiento. “No es lo mismo un tratamiento en un paciente depresivo que en uno con ganas de vivir”, explicó, subrayando que la disposición y la fuerza de voluntad pueden marcar una gran diferencia en el proceso.
Recomendaciones clave: Para cerrar, Dédola enfatizó la importancia de realizar un control anual sencillo. “Es un análisis de sangre y, eventualmente, un tacto. Solo hay que visitar a un médico clínico o urológo, y si el PCA está mal, seguir con un especialista”. Concluyó reafirmando que la prevención y la información son las mejores armas contra el cáncer de próstata. “Es algo totalmente sencillo y con cero costo”, finalizó.