El ministro de Desarrollo Social de La Pampa, Diego Álvarez, expresó su preocupación sobre el impacto de las políticas nacionales en la población pampeana, destacando el papel de su ministerio en la medición de vulnerabilidad social y en la respuesta a las necesidades emergentes de la comunidad.
Con un reciente informe sobre el índice de vulnerabilidad social que cubre al 68.6% de la población de la provincia, Álvarez explicó que el equipo a cargo, conformado por más de 250 personas, realiza casi 3,000 encuestas semestrales en localidades como Santa Rosa, General Pico, Eduardo Castex y General Acha. Este indicador, explicó, es fundamental para abordar las necesidades sociales en las comunidades.
“Es un ministerio que le toca trabajar sobre las consecuencias de medidas económicas y procesos sociales, más allá de lo que hacemos en prevención”, explicó Álvarez en una charla con INFOPICO RADIO 99.9. En este sentido, señaló que los sectores de primera infancia y personas mayores son los que requieren mayor atención y apoyo estatal.
Ante el contexto económico actual, el ministro observó que La Pampa mantiene buenos indicadores de desarrollo en comparación con otras provincias, aunque advirtió que “la falta de construcción de viviendas” y el alza de los alquileres generan problemas de hacinamiento y complejidades sociales, especialmente entre los sectores más vulnerables. Álvarez indicó que, con un cambio de gobierno nacional, teme que esta situación pueda agravarse, como sucedió en el periodo 2015-2019, cuando la escasez de viviendas en construcción llevó a los primeros asentamientos en Santa Rosa.
En relación con el plan ProVida de Verano, un programa público de años de trayectoria, Álvarez señaló que se están evaluando los presupuestos, que han sufrido caídas sostenidas en la recaudación. “Estamos analizando los presupuestos, están cayendo sostenidamente, y también tengamos en cuenta que posiblemente repercuta la decisión del gobierno nacional de despedir 3,100 trabajadores de la AFIP, lo que afectará la recaudación”, explicó.
Álvarez expresó escepticismo sobre las proyecciones a corto plazo para mejorar la situación económica del país: “No veo que el gobierno nacional tenga como eje la creación de puestos de trabajo, sino muy por el contrario, que buscan achicar la economía a su mínima expresión”. Esta política de ajuste, según Álvarez, podría traducirse en un “círculo vicioso” de menos recursos y mayor demanda social, especialmente en sectores como alimentos, energía y combustible.
De cara a las fiestas de fin de año, el ministro se mostró prudente al opinar sobre el impacto social de las políticas, reconociendo que estos momentos pueden ser difíciles y que la “paciencia de la gente” podría agotarse ante los ajustes que afectan principalmente a los sectores de menor ingreso. “Las decisiones han beneficiado a sectores concentrados como la banca, las farmacéuticas y la energía, dejando sin respuestas a los sectores más vulnerables y a la clase media”, concluyó Álvarez, quien se mostró preocupado ante el panorama complejo que vislumbra para los próximos meses en la provincia y el país.