En el marco del segundo día de paro nacional de los docentes universitarios, el secretario de la Asociación de Docentes Universitarios (ADU), Santiago Audisio, dialogó con INFOPICO RADIO 99.9 donde reveló los motivos detrás de la medida de fuerza y expresó su preocupación por el deterioro del salario docente, así como por las consecuencias que esto podría tener en la educación pública superior y en el futuro del desarrollo científico y tecnológico de Argentina.
Audisio comenzó destacando la masividad de la educación universitaria pública en Argentina, mencionando que “más de 2 millones de jóvenes estudian en las universidades públicas”, y que “el 70% de las investigaciones más importantes se realizan en estas instituciones”. Sin embargo, a pesar de este papel crucial, el sector se encuentra en una situación crítica debido a la creciente brecha entre los salarios de los docentes y el costo de vida.
El dirigente de ADU fue claro al afirmar que “estamos pidiendo una recomposición salarial”. Según explicó, el sueldo de un docente que recién se inicia, con una dedicación de 10 horas semanales, ronda los 150.000 pesos, mientras que un profesor con mayor responsabilidad y dedicación exclusiva puede ganar alrededor de 450.000 pesos. Estos salarios, según Audisio, colocan a los docentes universitarios en la línea de pobreza, una situación insostenible para quienes deben planificar su vida, capacitarse continuamente y formar a las futuras generaciones.
La situación salarial no solo afecta la vida personal de los docentes, sino que también pone en riesgo la calidad educativa y la continuidad de muchos profesionales en sus puestos. Audisio alertó que la degradación salarial “va a generar una pérdida de recursos humanos” y que muchos docentes podrían verse obligados a abandonar la docencia universitaria en busca de mejores oportunidades, incluso dentro de otros niveles educativos provinciales: “estamos en una situación donde la calidad de la docencia se puede ver comprometida no por la formación de los docentes, sino porque deben buscar otros trabajos para sobrevivir”, añadió.
Además, subrayó que aquellos que se mantienen en la docencia universitaria, además de enfrentar sueldos bajos, la situación se agrava por el impuesto a las ganancias, lo que disminuye aún más su poder adquisitivo. Esto es especialmente preocupante en el caso de los docentes preuniversitarios, que dependen directamente de las universidades nacionales y cuyos salarios son aún más bajos.
Audisio subrayó el rol crucial que juegan las universidades públicas en el desarrollo científico y tecnológico del país, destacando que las investigaciones realizadas en estas instituciones son las que permiten avances en áreas como la salud, la ingeniería y la tecnología espacial. Sin embargo, advirtió que si no se aborda de manera urgente la crisis salarial, el país podría enfrentar una fuga de cerebros que comprometería su capacidad para continuar produciendo conocimiento y tecnología de vanguardia.
Según adelantó Santiago, en septiembre podría haber una nueva marcha federal universitaria.