La Pampa en alerta: 5.392 animales muertos y 100.000 vacunos desplazados por sequía implacable

La Pampa en alerta: 5.392 animales muertos y 100.000 vacunos desplazados por sequía implacable
29 Marzo, 2024 a las 18:00 hs.

En una revelación impactante, Antonia Ochandorena, presidenta de la Asociación Rural del Sur Pampeano, reflejó la magnitud de la crisis agropecuaria que enfrentan los productores rurales de los departamentos de Caleu Caleu y Lihuel Calel, en La Pampa, Argentina. La sequía, persistente durante varios años, ha devastado la región, provocando una situación que Ochandorena califica de “desastre” agropecuario.

Desde 2023 hasta la fecha, se han registrado pérdidas alarmantes: 5,392 animales han muerto, y otros 100,000 vacunos han sido llevados a faena o trasladados a campos alquilados en busca de pasturas. “Parece que en el resto de La Pampa no se está tomando dimensión de la catástrofe que estamos padeciendo”, señaló Ochandorena a Diario Textual.

Los números reflejan la gravedad de la situación: basándose en el registro de vacunación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en mayo de 2023, había 650 productores ganaderos en ambos departamentos con un total de 270,000 cabezas de ganado. Para septiembre, las guías de hacienda ya mostraban una disminución de entre 90,000 y 100,000 animales, y “hoy son más de 100,000“, agregó la dirigente ruralista. Esta merma representa casi la mitad de la población de ganado comparada con el año anterior.

La sequía ha sido implacable, con precipitaciones escasas que apenas alcanzaron los 300 mm en 2023, y condiciones aún más adversas al comienzo de 2024. “Llegamos a 2024 con un enero de mucho calor y viento, que secó aún más todo“, describió Ochandorena, detallando cómo la falta de lluvia en otoño y primavera, períodos críticos para el crecimiento del pastizal, ha exacerbado la situación.

Ante esta catástrofe, los productores han solicitado una declaración de desastre agropecuario, que difiere de la emergencia agropecuaria actualmente declarada, al implicar un impacto sobre el 80% de la producción o capacidad, en contraste con el 50% necesario para la emergencia. Esta declaración es fundamental para acceder a alivios fiscales significativos y para reconocer plenamente la escala de la crisis.

En conversaciones con autoridades, incluida la ministra Fernanda González, Ochandorena ha instado a una acción más decisiva. “Le dije que esto se está poniendo cada día peor“, expresó, subrayando la necesidad de que las autoridades visiten los campos y constaten la gravedad de la situación. A pesar de la declaración de emergencia por sequía extendida hasta fines de mayo, la falta de homologación nacional y la declaración de desastre agropecuario limitan las posibilidades de alivio fiscal para los productores afectados.

Además, aunque se han distribuido alimentos balanceados, la ayuda ha sido insuficiente, con apenas 10 a 12 bolsas por productor en cada entrega. “Es muy poco. Sabemos que es poco, pero es una ayuda”, concluyó Ochandorena, dejando en claro que, si bien se agradece el apoyo, es crucial un compromiso más profundo para enfrentar esta crisis agropecuaria sin precedentes en La Pampa.

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