Un informe reciente ha sacudido las bases de la sociedad argentina, revelando cifras preocupantes sobre la pobreza en niños y adolescentes en el país. Según un estudio realizado por UNICEF y difundido por Reuters, la situación parece dirigirse hacia un empeoramiento significativo para los primeros tres meses de 2024. Los datos son contundentes: si las tendencias actuales persisten, la pobreza infantil podría escalar al 70%, mientras que la indigencia afectaría al 34% de los menores en el primer trimestre del año.
El contexto de crisis
La decisión del presidente Javier Milei de prorrogar el presupuesto nacional de 2023 ha dejado al descubierto una desactualización de fondos crítica en un contexto donde la pobreza roza el 57% y la inflación asciende al 254%. Esta medida, tomada en un intento por eliminar el déficit fiscal y abordar la crisis económica, ha generado consecuencias sociales devastadoras.
Las cifras detrás de la emergencia
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha compartido una visión detallada de esta problemática, indicando que el 14,3% de los niños vivía en la indigencia en el primer semestre de 2023, lo que representa a 1,8 millones de menores. Para fines de ese año, se estimó que esta cifra ascendería al 19,4%. Además, la pobreza actualmente alcanza al 57% de los niños, afectando a 7,1 millones de jóvenes, con una incidencia aún mayor en hogares con bajo clima educativo, familias monomarentales, o aquellos que residen en barrios populares.
Llamado a la acción
Sebastián Waisgrais, Especialista en Inclusión Social y Monitoreo de UNICEF, destacó la necesidad de mantener y ampliar las partidas presupuestarias destinadas a las políticas de protección de ingresos a los hogares. Sin embargo, informes de UNICEF basados en cifras oficiales muestran que el presupuesto nacional destinado a la niñez ha caído un 75% en términos reales, señalando un estado de alarma en la implementación de políticas nacionales clave para la infancia.
Respuestas insuficientes
A pesar de los esfuerzos, planes de ayuda social como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Prestación Alimentar muestran niveles de ejecución elevados, evidenciando que los montos previstos son insuficientes para cubrir las necesidades de financiamiento a lo largo del año. UNICEF ha propuesto medidas como la ampliación de partidas presupuestarias y la revisión de los mecanismos de actualización, buscando evitar una profundización de la crisis.
La encrucijada de Milei
Estas propuestas, aunque críticas para la protección de la niñez y la adolescencia, enfrentan el ajuste del gasto público impulsado por el gobierno de Milei. Este ajuste afecta a subsidios, pensiones, y salarios, chocando directamente con las necesidades de inversión en políticas sociales sensibles.
Priorizar el futuro
Frente a este escenario, UNICEF hace un llamado a priorizar la niñez y la adolescencia, enfatizando la importancia de invertir en políticas que prevengan el aumento de la pobreza. “Teniendo plena conciencia de las restricciones fiscales que enfrenta el país, pedimos que prioricemos a la niñez”, concluyó Waisgrais, dejando un mensaje claro para el gobierno y la sociedad argentina: es imperativo actuar ahora para garantizar un futuro más justo para los más vulnerables.
