En una tranquila jornada, la serenidad de la calle 4 entre 33 y 33 bis se vio interrumpida por un siniestro inesperado. Una vecina, en el proceso de limpiar su patio, se encontró con un montículo de pasto seco. Con la intención de deshacerse de él, decidió prenderle fuego. Sin embargo, las llamas tomaron un rumbo inesperado, extendiéndose rápidamente hacia una parra cercana.
Por fortuna, el fuego se mantuvo confinado al área del patio, sin llegar a afectar la estructura principal de la vivienda. El incidente no dejó víctimas ni daños materiales de consideración. Los únicos afectados fueron la enredadera y el pasto quemado, daños que los dueños de la propiedad catalogaron como superficiales.
Los equipos de emergencia acudieron prontamente al lugar, logrando controlar la situación antes de que pudiera escalar a un problema mayor.