La Municipalidad de General Pico ofreció una nueva edición de la JAM Session, una jornada cultural que no defraudó a los asistentes. Bajo un ambiente de entrada gratuita, el auditorio de El Viejo Galpón se colmó por completo para presenciar una noche llena de música y una puesta en escena impecable.
El evento comenzó con la destacada presentación de la Orquesta Ska General Milonga, una banda local que fusiona blues, ska y soul con clásicos de la historia musical. Luego, desde Buenos Aires, llegó Seven Ska, una banda que combina el ska tradicional jamaiquino con notas Klezmer típicas del norte y este de Europa, añadiendo toques de funk, soul, tango y jazz.
Posteriormente, el escenario se abrió para que los talentosos músicos presentes pudieran improvisar y compartir su arte con el público. Esta oportunidad única de espontaneidad musical fue muy valorada por los asistentes.
Andrea Elizondo, subdirectora de Desarrollo Cultural, expresó su satisfacción con la respuesta del público: “Las entradas se habían agotado durante la semana. Afortunadamente, la recepción de la gente fue excelente, y ofrecimos una propuesta diferente, ya que los chicos estuvieron tocando Ska”.
En respuesta al entusiasmo de los piquenses por este tipo de eventos, Elizondo afirmó: “Es un espacio que invita, un tipo de música que permite disfrutar de una comida, conversar y atrae a un público renovado que comprende o comienza a comprender un género como el jazz, que quizás no estaba tan difundido pero que cada vez tiene más aceptación”.
En la misma línea, agregó: “El público de General Pico es muy diverso y abierto a nuevas propuestas. Hay espectadores para todos los estilos, y están dispuestos a explorar diferentes géneros. Aunque a veces se piensa que el jazz es para un grupo más elitista, nuestras acciones demuestran lo contrario”.
Elizondo también resaltó la importancia de incluir artistas invitados y ofrecer capacitaciones en cada jornada: “Buscamos no limitarnos a ofrecer solo espectáculos para disfrutar, sino también fomentar la formación y profesionalización de músicos y músicas”.
Sobre la impecable puesta en escena, la subdirectora de Desarrollo Cultural explicó: “Es algo en lo que nuestra gestión está apostando. Entendemos que, al profesionalizar las artes, hay aspectos que se pueden mejorar, por lo que siempre nos esforzamos por ofrecer la mejor calidad de sonido, iluminación y pantallas para adaptarnos a los tiempos actuales”.
Es importante destacar que previo al evento nocturno, se llevó a cabo una clase abierta de producción musical a cargo de Rubén Mederson, fundador de Seven Ska, director, arreglador, saxofonista e integrante de la reconocida Dancing Mood. Esta clase se enfocó en la preproducción necesaria para grabar un disco y fue un complemento valioso para los amantes de la música.
