Por Norberto G. Asquini

Llegó julio y la política pampeana hace el precalentamiento

Llegó julio y la política pampeana hace el precalentamiento
4 Julio, 2022 a las 08:45 hs.
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Norberto Asquini

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Comenzó la segunda parte del año y en la política pampeana quienes tienen pretensiones para 2023 van precalentando a la espera de las definiciones que no tardarán en producirse. Empieza julio y en La Pampa son cada vez más fuertes las señales de que se vienen los tiempos electorales.

Quienes quieren hacer política en estos tiempos tienen que vencer ya no la indiferencia de la gente que debe sobrellevar la crisis económica, sino también el malhumor generalizado. La última medición nacional de la agencia de Zuban y Córdoba mostró que 2 de cada 3 encuestados tiene una imagen negativa del gobierno nacional, 2 de cada 3 ve que el rumbo del país va en la dirección incorrecta y 3 de cada 4 tiene sentimientos negativos con respecto a la política y los dirigentes políticos. Terrible el contexto. Sin embargo, también es cierto que frente a la interna desatada en el gobierno nacional, la inflación indetenible y el dólar inmanejable, todos esperan que la próxima gestión traiga soluciones de una vez para el grueso de la población.

El escenario político de La Pampa no es ajeno a ese malestar con la política nacional. Por eso el peronismo parece querer escaparle a las disputas ajenas que pueden llevar a dejarlo rehén de una situación no deseada. En ese sentido, el gobierno provincial a diferencia del nacional, que no parece encontrar el rumbo, sigue en plena gestión con anuncios de obras y programas y surfea conflictos como ocurrió con la paritaria docente. El gobernador Sergio Ziliotto esquiva la disputa nacional entre el presidente y la vice sumándose a la Liga de Gobernadores. El peronismo local apuesta a la unidad y al “o nos salvamos todos o no se salva nadie” como banderas para afrontar 2023. El seguro desdoblamiento de las elecciones locales de las nacionales irá también en ese camino.

Las grandes definiciones electorales se hacen esperar. Hay tiempo para eso. Hay un silencio expectante sobre qué harán el gobernador Ziliotto y el líder de la mayoritaria Línea Plural, Carlos Verna. Por ahora, no hay novedades, todo está congelado como el invierno que se vive. También es un hecho que la pirotecnia verbal en la misma plural parece haber sido contenida.

En las gestiones además ya se está pensando en la posible reelección o no de cada gobernante. Ziliotto la hace esperar, para otros es tiempo de descuento. Entre los intendentes están quienes se muestran fortalecidos, como el de Uriburu que lanzó el programa de vender el asado a 500 pesos o el de Lonquimay que está dando vuelta la localidad con obras. Y están los que sufren la falta de liderazgo, como la jefa comunal de Realicó o el de Quemú Quemú, a los que le explotaron los problemas que ya tenían de arrastre y que terminaron por estallarles en los Concejos Deliberantes donde ya las bancadas oficialistas no los respaldan.

También en los espacios legislativos se siguen mostrando pensando en lo que vendrá. Lo hace el marinismo y también María Luz Alonso con su gira de relaciones públicas por el interior para acercarse a los intendentes e intentar hacer amigos con la llave de Nación bajo el brazo.

Y están los que quedan presos de errores propios y de internas que los terminan complicando. Le pasó al Movimiento Evita. Prácticas antes disimuladas como el del retorno en los planes sociales que reciben sus beneficiarios terminaron repercutiendo en su contra. No hubo nadie en el peronismo local que saliera a bancarlos. La ofensiva de propios, en el Frente de Todos, y de extraños, tanto en la oposición como de los medios nacionales, golpearon a esa agrupación y tendieron un manto de sospecha sobre otros movimientos que tienen actuación en La Pampa.

En la oposición también están activos y precalentando para lo que viene. El radicalismo ha tenido reuniones de legisladores e intendentes por zonas y en los últimos días le tocó el turno a Guatraché. El mensaje es un radicalismo unido para encabezar Juntos por el Cambio. Aunque no esté todo tan unido, con varios posibles precandidatos a gobernador lanzados. Del otro lado está el PRO. En General Pico dio otra muestra el fin de semana de que quieren pelear por el liderazgo de la oposición en La Pampa.

La política nacional está en ebullición. El cambio de ministro de Economía fue otro capítulo de un conflicto en el seno del gobierno nacional. La economía sigue en crisis y sin soluciones visibles. En ese escenario complejo todos piensan en cómo afrontar 2023 donde se votará en un contexto de descontento generalizado.

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