Un repaso al primer año de Messi en el PSG

Un repaso al primer año de Messi en el PSG
15 Mayo, 2022 a las 10:32 hs.

El mercado de fichajes del curso anterior fue uno de los más frenéticos de la última década. Se materializaron una gran cantidad de traspasos y cesiones, y entre los movimientos más destacados se encontraban involucrados algunos de los mejores jugadores de la era moderna. Cuando todo hacía presagiar que Kylian Mbappé sería uno de los nombres del verano, finalmente fueron Cristiano Ronaldo y Lionel Messi quienes acapararon todas las portadas.

En el caso concreto del argentino, la noticia fue aún más espectacular, ya que protagonizó un movimiento absolutamente inesperado. El FC Barcelona ya había filtrado a la prensa que la renovación de Lionel era un acuerdo cerrado, y que solo era necesario rubricar la firma para alargar la vinculación entre ambas partes. 

Pero a última hora, hubo un cambio de escenario total. A causa a la delicada situación económica de la entidad catalana, el acuerdo quedó en papel mojado. La rueda de prensa en la que Messi explicó los motivos de su marcha supuso uno de los espectáculos más traumáticos que han tenido que afrontar los seguidores barcelonistas en los casi 125 años de historia del club. El mejor jugador que nunca ha vestido la camiseta azulgrana se veía obligado a abandonar el Camp Nou por la puerta de atrás.

Con la marcha verbalizada por parte del jugador, empezaron a aparecer una gran cantidad de informaciones donde se especulaba sobre el nuevo destino del deportista. Uno de los equipos que sonaban con más fuerza era el PSG, entidad que finalmente convenció al atacante y a su entorno más cercano. El fichaje de Leo Messi fue uno de los más mediáticos de los últimos tiempos. El jugador -que había sido el hombre referencial del FC Barcelona en la última década- abandonó la entidad culé y puso rumbo a París. Su traspaso tuvo una incidencia directa en la percepción que tenía el aficionado con relación al potencial de su nuevo equipo. El periodismo deportivo mundial también teorizaba sobre la delantera conformada por el argentino, Mbappé y Neymar, con el propio club exponiendo las camisetas de su nuevo tridente tras la oficialidad del fichaje. El Barcelona, en cambio, sufría ante su incierto futuro.

Pero el fútbol vive a un ritmo frenético y no espera a los rezagados. El equipo barcelonés, tras un sinfín de varapalos, ha conseguido sobreponerse. Gracias a la presencia de Xavi Hernández como nuevo técnico de la entidad, ha recuperado el rumbo. La percepción que se tiene actualmente sobre el Barça es positiva, vuelve a constar como favorito en sus choques en las principales casas de apuestas, y encara el año próximo con optimismo después de clasificarse para la Champions League. El escenario del PSG también ha cambiado diametralmente con relación al inicio del curso. El futuro de sus tres delanteros es todavía incierto, con rumores constantes de posibles salidas por lo que a Mbappé y Neymar respecta. Messi podría quedarse solo en un equipo que también se vería obligado a reinventarse.

Y si elaboramos un análisis sobre su rendimiento en su primer curso en Francia, la nota se acerca al suspenso. El jugador, que muy rara vez se había perdido un partido con el Barça, se ha ausentado de muchos compromisos con la entidad parisina. Mayormente, fueron problemas físicos que le alejaron de los terrenos de juego.

Messi llegó a la capital francesa con la ambición de seguir sumando títulos, pero la trascendencia social que tienen los trofeos en Francia es menor en comparación con otras ligas. El gran objetivo del curso era la Champions League, pero el PSG se encontró con el Real Madrid en su camino triunfal. Y cuando todo hacía presagiar que el equipo superaría la eliminatoria, un magnífico Benzema y la magia del Bernabéu dejaron fuera al equipo de Messi, Mbappé y compañía. Además, el jugador falló un penalti en el partido de ida que pudo encarar el cruce a su favor.

La eliminación en los octavos de final supuso un ataque directo a la línea de flotación del proyecto qatarí. Los jugadores fueron silbados en su primer partido en casa después de caer en Europa. Una situación dantesca, que contrastaba con la expectación que había generado Messi a su llegada. La respuesta de los aficionados fue totalmente furibunda. En ese momento, muchos excompañeros y personalidades relacionadas con el mundo del fútbol salieron al rescate del rosarino calificando los silbidos como injustificables. Los seguidores del PSG pensaban que contarían entre sus filas con el Messi que maravilló al mundo entero con la camiseta azulgrana, pero su imagen ha sido una caricatura del futbolista total que habíamos visto hasta ahora. 

Este ambiente hostil, y la constante lupa que se ha puesto sobre las botas del jugador, habrá tenido una incidencia directa en su juego. Antes de certificar el campeonato francés, Messi solo había anotado un total de 4 tantos en la competición doméstica. Una cifra que se aleja enormemente de los registros goleadores que ha logrado con el Barça. Su último gol antes de sellar matemáticamente el título llegó precisamente en el partido ante el Lens, duelo que finalizó con empate a 1 y que otorgó el título al PSG de forma matemática. Eso sí, para ser justos, hay que recordar que Lionel ha impactado el balón en el poste en una decena de ocasiones. Con algo más de fortuna sus cifras anotadoras habrían aumentado ostensiblemente.

En la Champions League, sus registros personales sí que están más cercanos a la excelencia a la que los tiene acostumbrados. Ha anotado un total de 5 tantos en 7 partidos, destacando el doblete que anotó ante el RB Leipzig, o el gran gol que firmó ante el Manchester City. Estos números explicitan claramente cuáles han sido sus preferencias esta temporada, con la competición europea como ambición máxima. 

Otro elemento que puede ayudar a entender el bajo rendimiento que ha ofrecido Messi en su primer año en Francia es su predilección absoluta por su Selección. El paradigma ha cambiado enormemente, y un espacio que antes le generaba una cantidad innumerable de dolores de cabeza, ahora se ha convertido en su refugio particular. Tras conseguir la Copa América, Messi ha eliminado una losa mental que le bloqueaba deportivamente, y encara el próximo mundial de Qatar con la máxima ilusión. Los debates que se generaban con relación a su rendimiento como internacional se han desvanecido, generando actualmente una opinión de consenso a su favor. El próximo Mundial será la oportunidad final de Lionel para intentar levantar la Copa del Mundo, por eso el futbolista está dosificando esfuerzos e irá a por todas el próximo mes de noviembre. Una situación que, obviamente, va en perjuicio de su club y del fútbol francés.

En esta nota hablamos de:

Noticias Relacionadas: