El edil manifestó su posición de acuerdo al tratamiento de la fiscal y tarifaria 2022. También se refirió al estado actual de las calles en la ciudad.
“Se prevé un aumento del 48,59%, lo que creemos inadecuado por el momento, y por lo menos injusto para los contribuyentes. Venimos tapando los problemas con parches y la actual gestión demostró falta de planificación en reiteradas oportunidades”.
Respecto del asfalto, y el estado de las calles en particular, enfatizó: “Las calles de Pico son un desastre, un desastre literal. Hay vecinos que dejan el tren delantero y las cubiertas en cada esquina, hasta se producen caídas, porque de hecho hay pozos y también hay cráteres”.
Y agregó: “Las calles de tierra sufren una complicación todavía mayor, la gente sale como puede de su casa para trabajar, llevar los nenes al colegio y remises o pedidos no llegan hasta que incluso, se escurra el agua, es decir después de la lluvia”.
Además aseguró que “hay obras ejecutadas en tal sentido, para facilitar el escurrimiento de agua y la mejor circulación y estado de las calles y están tan mal hechas que el agua en vez de ir, vuelve; y en las esquinas ni siquiera las máquinas pasan”.
En un mensaje a la intendenta el concejal que integra Juntos por el Cambio dijo “el barrido y la limpieza, y sobre todo la recolección evidencian el deterioro de los servicios en General Pico, y es producto de que estos temas no son centrales en la agenda del ejecutivo”.
“Tengo un mensaje para la intendenta: Mientras las grandes ciudades procesan la basura, acá todavía nos cuesta juntarla”
“No podemos como concejo aprobar que se cobre más por servicios que se prestan mal”, remarcó Capellino y a modo de reflexión expresó: “arrastramos un problema desde hace tiempo y es la exageración que existe en el ámbito local con los funcionarios: ¡62 funcionarios! En el gobierno de Cacho Campo había 24 funcionarios, ahora tenemos funcionarios para gobernar la Casa Blanca. Un estado cargado, tan pesado que le cuesta moverse para juntar las bolsas antes que los perros hagan una fiesta”.
“No podemos seguir golpeando los bolsillos de los contribuyentes, que dicho sea de paso jamás tienen un beneficio y sostienen un modelo distribucionista”, finalizó.
