“¿Cuánto vale la vida del hombre?”, la emotiva carta con profundas reflexiones del hermano de Samuel Prodolliet

“¿Cuánto vale la vida del hombre?”, la emotiva carta con profundas reflexiones del hermano de Samuel Prodolliet
Foto enviada por Samuel a su hermano en Córdoba, la tarde anterior a ser asesinado.
17 Abril, 2021 a las 12:30 hs.

El hermano del odontólogo Samuel Prodolliet, asesinado el pasado 14 de marzo de 2020, decidió romper el silencio con infopico.com al redactar una carta abierta para toda la comunidad.

Carta de Eric Prodolliet

“Hoy, hace aproximadamente un año, en la localidad de General Pico en la provincia de La Pampa, dos hombres armados y encapuchados profanaron en la noche del viernes al sabado el descanso de Samuel Prodolliet, un odontólogo cordobés de 54 años que desde muy joven había decidido ir a vivir y desarrollar su profesion en aquella ciudad, y que dormía aquella noche junto a su esposa luego de una intensa semana de trabajo.

Los malvivientes entraron esa noche a su dormitorio, y tal cual dijo Jesús, que el ladrón no viene sino para matar, robar y destruir, ellos le mataron desangrandole con siete puñaladas, robaron algunas pertenencias y destruyeron para siempre ese hogar que Samuel junto a su esposa y sus tres hjos habían construído por más de treinta años… En General Pico se multiplicaron las muestras de indignacion por una muerte que todos sintieron injusta y sin sentido.

A partir de este lunes 19 de abril y hasta el dia 26 se llevará a cabo en General Pico el juicio oral y público por el homicidio de Samuel. Este hecho, una vez mas nos lleva a reflexionar sobre el valor de la vida…
¿Cuánto vale la vida del ser humano?, ¿Qué precio tiene la vida del hombre?

Muy lejos en el tiempo, en el libro de Genesis, Dios estableció para todo aquel que derramara la sangre de otro hombre, hermano suyo de raza, que SU propia sangre debía de ser derramada….

¿Por qué es que Dios, allá en los albores de la humanidad prescribió un castigo tal, que hoy nos parece algo tan severo? La razón se halla expuesta en el mismo texto, que prosigue diciendonos: “porque a imagen de Dios es hecho el hombre…..”, tratando con ello de abrir nuestros ojos y hacernos comprender que asesinar a un ser humano no es solo hacer que el corazón de la otra persona deje de latir… Eso tal vez sea solo el sintoma externo de la brutal amputación de una infinidad de vivencias que la persona asesinada ya no podrá volver a tener. Y es que el hombre, a diferencia de otros seres vivos, tiene conciencia de identidad.

A la mañana, cuando abrimos los ojos, lo primero que despierta en nosotros es la conciencia de ser seres individuales únicos y diferentes de los demás. Tenemos memoria de lo que hicimos el dia anterior, y de lo que teniamos planeado para este dia, como hombres tenemos además la capacidad de pensar, de razonar, de imaginar y crear. La capacidad de elegir y de tomar decisiones.

También la capacidad de dar, de amar, de sentir y de disfrutar. Más por encima de todo ello, tenemos la capacidad de crecer como individuos, de desarrollar habilidades manuales e intelectuales y poder con ello llegar a ser de bendición a otras personas.

Este precisamente fue el caso de Samuel, un hombre formado en la ingeniería odontológica. Un hombre que por su capacidad, restauró la dentadura a muchísimas personas, proporcionandoles con ello una mejor calidad de vida, una mejor imagen y mejor autoestima personal. Todo ello, muchas veces sin cobrar a gente que no tenía con que pagarle. Un hombre que con su profesión generó además trabajo a personas de otros rubros relacionados con ella.

Un capítulo aparte sería pensar en todo el dinero que durante más de veinte años la educación pública argentina (que pagamos entre todos), invirtió para hacer de Samuel una persona útil para la sociedad… hoy todo ese esfuerzo, fue arruinado por maldad estúpida de dos hombres que solo pretendieron divertirse un rato, despreciando el regalo más grande confiado al ser humano.

Pero volvamos a considerar el valor de la vida. Es que cuando hablamos de vivencias, no nos referimos solo a los grandes planes y proyectos que una persona puede tener, sino también a esa multitud de pequeñas bendiciones que por estar vivos la vida nos regala cada día.

Tales como abrir los ojos a la mañana y ver la luz de sol entrando por nuestras ventanas. Como poder disfrutar de un plato de comida sobre la mesa. Como poder ver la tele, escuchar música, jugar al fútbol. Como la posibilidad de comernos un buen asadito con un vaso de vino un domingo. Como el placer de sentarnos con un amigo a tomar mate juntos. Como la posibilidad que algunos tendrán de ver sus hijos crecer y otros de poder envejecer junto a la persona que uno ama.

Como la posibilidad de gozar del sexo, una necesidad fisiológica y sin duda uno de los placeres más grandes que se le ha concedido disfrutar al hombre…

Los que quedamos en esta vida, podremos seguir disfrutando de ella, aun si estamos en la calle o en una prisión… Samuel ya no podrá hacerlo. No podrá ya más, ver los atardeceres de cielo rojizo de otoño en la laguna de Pico que tanto amaba… no.

No podrá gustar más de la vida, ese magnífico regalo que nos fue dado a todos y cada uno, sin distinción de raza ni condición social ni económica…. y es por ello, por habersenos dado a todos por igual, que nadie, pero nadie, tiene derecho de arrebatarselo a su semejante.

PD: La familia de Samuel Prodolliet agradece grandemente al prestigioso estudio de los doctores Marcelo Petrelli y Mariano Sánchez, por su DESINTERESADO apoyo a la familia en aras de la Justicia. También hace extensible el agradecimiento a los fiscales Verónica Campo y Guillermo Komarofsky por su arduo trabajo”.

En esta nota hablamos de: