Desde la entrada al predio una persona cuida el ingreso de cada uno de los participantes, metros más adelante dos personas se ocupan de tomar y anotar la temperatura, más adelante aguarda otra colaboradora para ofrecer alcohol en gel y así hasta completar un círculo de control excelente.
Tomás Larroque, director de Deportes de la Municipalidad local comentó a la Agencia Provincial de Noticias que “fue muy difícil arrancar en este año tan duro y tan raro para todos.
Además dijo que el comienzo fue “el 6 de enero pero tuvimos que suspender las actividades por varios casos de COVID-19 y aislarlos en la localidad. Somos un pueblo pequeño y por eso entre el municipio y Salud Pública decidieron suspender el Pro Vida por unos días”.
Indicó que “hace dos semanas volvimos y tenemos alrededor de 60 niños y niñas, de a poco se van sumando, es entendible la situación de miedo pero nosotros queremos brindarles la seguridad cumpliendo con todos los protocolos”.
Resaltó también que principalmente están haciendo actividades de pileta cumpliendo con todo lo que se exige “tuvimos muchos días de calor y se disfrutó al cien por ciento”.
Todas las actividades se realizan al aire libre, la pileta tiene carriles muy separados donde ingresan 4 o 5 chicos, los demás van esperando su turno en los bancos que tenemos alrededor, los profesores están siempre con el barbijo para cuidar a los chicos y a nosotros también”.
Larroque admitió que “fue un comienzo raro porque apenas se inició el Pro Vida Verano 2021 tuvimos que suspenderlo, eso dio un poco de miedo a las familias pero volvimos y pudimos mostrarles que se cumplen los protocolos y que se podía hacer la actividad.”.
Además dijo que cuentan con “un grupo de entre 10 y 12 personas, somos muchos porque la idea es cubrir todos los lugares, tomando la fiebre, colocando alcohol en gel, en la limpieza, dos o tres profesores por burbuja, tratando de estar en todos los detalles”, concluyó.
Fuente: APN