Parece el relato de una película, pero no lo es. La triste e indignante situación que le tocó vivir a la familia Desch, deja un desazón absoluto y una necesidad de que tanto el Gobierno de La Pampa como la justicia de un poco de claridad al asunto.
La familia de Raúl Desch, un extrabajador de Canal 3 y del Ministerio de Obras públicas que murió el viernes pasado con coronavirus, afirma murió sin recibir atención durante 10 días. Fue internado en gravísimo estado, por insistencia de sus hijas, pero murió en menos de 48 horas.
Mercedes Desch, hija de Raúl, contó el calvario que tuvo que vivir para lograr que a su papá le hicieran un hisopado y hasta las recomendaciones que tuvo que incumplir para que a su papá lo internaran por su grave estado.
«Mi papá el sábado 31 -de octubre- almuerza en un club social que habitualmente se organizan almuerzos. Pasa el fin de semana y el Lunes 2 de noviembre, nosotros nos enteramos que una de las personas que había concurrido a almorzar a ese lugar había sido positivo de COVID-19».
Ahí, relata Mercedes, «lo llamó por teléfono porque él vive solo, tiene 68 años y no está mi mamá en este momento acá, le comento esto y le digo quédate en casa hasta tener más detalles. El se auto aisló».
«Pasa el Lunes, el Martes, el Miércoles y ese día a la noche yo lo llamo y estaba con bastante tos. Yo le digo, ¿nadie te llamo todavía de Salud?. No no no, nadie -le responde el padre-. Entonces yo digo, quizá pasó que a veces no estan bien pasados los contactos estrechos o algo por el estilo, y me comunicó el jueves con el 0800».
Cuando «llamo al 0800 y marcó el *2, porque hay tantos asteriscos para marcar, porque también estan las personas por adicciones, por suicidios, eso te marea un poco. Me atiende una persona, que me dice ‘hay yo justo estoy en mi casa en este momento, estoy con un drama’, me empieza a contar su drama».
Tras otro intento logra finalmente hablar con alguien que tras explicar la situación de ser contacto estrecho le digan que lo iban a hisopar, eso ya fue el día jueves 5 de noviembre.
Ese mismo día lo llaman a la tarde desde Salud y ahí lo empiezan a controlar telefonicamente todos los días. «Ahí mismo le dicen que le van a enviar el viernes 6 el coronamóvil para hisoparlo en su domicilio, hasta ahí el lo iba transitando bien», explicó Mercedes.
Pero Raúl Desch seguía con tos, «yo estaba segura que era covid», el domingo 8 de noviembre «lo llamo, me dice que ya perdió el sabor y el olfato. Le pregunto si le dijo a la gente de salud y me dice ‘si, me dijeron que probara con vinagre, hice las pruebas todo y me dijeron que el lunes me mandaban para hacer el hisopado’. El Lunes le dijeron que el Martes».
«El lunes el empezó con muchísima fiebre, domingo con fiebre… lunes con fiebre… y nosotros le llevamos paracetamol porque era lo que le había indicado la persona de salud. Siempre todo por teléfono, nunca hubo otro contacto».
«La verdad que confiaba plenamente en el sistema de Salud y super obediente de todo lo que indican en las redes… todo. Cuando ese martes mi marido le lleva las pastillas, habla con él desde la ventana, que había tenido mucha fiebre, que había transpirado muchísimo, el llama al 107 esa tarde. Realmente no se sentía bien, se dio cuenta que los síntomas habían empeorado. Ahí el ya llevaba 7 días aislado esperando que le enviaran para hacer el hisopado y pide un médico ese día».
«El Martes, porque realmente el se sentía muy mal, habla con alguien del 107 y le dice ‘no señor, pero usted lo que tiene que hacer es llamar al centro de salud de su barrio’, le pasan el teléfono y llama al centro de salud del barrio y una persona le programa un turno para el otro día -el miércoles-.
«El martes a la noche lo llamo y no me atiende, el miércoles muy temprano lo vuelvo a llamar, no atiende y ahí nomás se va mi marido a verlo. No lo atendía, no le habría la puerta, ahí con muchísima dificultad llega y le abre la puerta».
En ese momento llaman a la ambulancia y esta llega al lugar. «Lo revisa una médica y le dice que es el síntoma normal de covid, que es la evolución normal de la enfermedad que nos quedaramos tranquilo que estaba respirando bien. Si bien tenía un pulmón un poco cargado, el estaba respirando bien».
«Paso por la salita, para que no vaya caminando él, y me dice que lo tenía que llevar. ¿Porque ustedes necesitan que lo traiga?, el esta mal no se puede levantar de la cama. Yo no lo puedo traer, además me tengo que exponer yo en un auto… que estoy sana».
«La médica me ve tan mal que me dice que va a enviar la ambulancia porque le tendrían que haber hecho el hisopado ellos en el domicilio. Cuando llegó a la casa de mi papá llaman al teléfono y era la doctora de la ambulancia y me dice ‘mirá querida, con un maltrato, yo ya lo vi a ese paciente hace unas horas esta mañana. Ya lo vi, ya descarte, le tome los síntomas, yo no voy. Somos las mismas personas las que estamos en la ambulancia, no vamos a volver hacer el mismo trabajo que ya hicimos hace unas horas’».
Mercedes le preguntó «¿pero vos lo viste bien?, pero por supuesto». En un momento dado la médica le pide que le pase con el padre y le dice «Raúl dicteme su documento» y el le dicta el documento. «Y ahí ella dice, una persona que puede decir de corrido su DNI está correctamente de salud».
La familia había llamado a epidemiología y le habían dicho que no se les ocurra sacar a Raúl de la casa. «Epidemiología dijo una cosa, el hospital y la guardia otra, la gente de salud que te llama todos los días te dice otra y vos no sabes que hacer hasta que se te empiezan a complicar las cosas».
«Lo subimos al auto con mi marido -relata la hija de Raúl-, lo llevamos, llegamos a la salita y cuando lo ve la doctora de la salita se da cuenta que la situación era terrible. Le hicieron el test, le dio positivo, y me dice ‘volve a tu casa que urgente mandamos a otra ambulancia, otra’».
Ahí Mercedes explica que cuando llega la otra ambulancia en menos de 3 minutos me di cuenta que era muy grave y al otro día se murió.
«Cuando lo trasladó la ambulancia, el Dr me dijo que ‘yo no sé quién habrá sido el médico y lo que pasó esta mañana, pero yo no quiero mentirte pero esto es una neumonía grave, complicada’. Ya el, sin hacerle estudios ni nada».
Tras estar dos horas en la guardia, una médica salió y le explico la gravedad de la situación. «Tu papá va a ir a terapia intensiva del CEAR, está muy complicado tiene un neumonia terrible y va intubado», le dijo la médica.
UNA VEZ QUE FALLECIÓ TODAVÍA NO TERMINÓ EL CALVARIO
«Nos pidieron el documento pero no lo podíamos encontrar porque mi papá se llevó la billetera consigo cuando se fue a internar. Tenía la esperanza de volver», dijo Mercedes.
«Todo es una burocracia tremenda. En la cooperativa nos dijeron que hasta que no presentáramos el DNI mi papá era un NN y que no nos podían hacer el certificado de defunción hasta no obtener el documento y actualizado».
«No se cual será el sistema en otros lados, pero no sabes ni siquiera que te entregan en un cajón. Porque nadie te hace ver el cuerpo, ni siquiera a través de un vidrio. Y al otro día van tiran en un pozo de tierra y te dicen tienen cinco minutos porque hay que taparlo. Toda la gente con Covid-19 están en el mismo sector del cementerio, ni siquiera podés elegir un lugar».
«A mi papá parece que fue de Dios, porque quedó frente a las antenas de Canal 3 que se subía desde que tenía 19 años porque él era el antenista del Canal 3, fue el primero».
«Ese viernes yo me traje su celular y en horas de la tarde me llega un mensaje de texto diciendo: ‘que estaba levantado su aislamiento, que podía salir’ y a las dos horas me llaman por teléfono para ver como estaba. Le dije a quién me llamaba ‘vos me estás cargando. Mi papá falleció ayer. Llamaron para darle el alta uno vez que había fallecido».
«Nuestro reclamo es para que no siga pasando. Que alguien alerte. La gente que es mayor de 60 años que no espere el hisopado en su domicilio porque no se lo van a hacer. Apenas tengan una sensación tiene que les hagan el hisopado para quedarse tranquilos. Es lo único que queremos. Alertar porque los centros de atención no funcionan como corresponden».
Para finalizar, la familia reclamó «queremos que un fiscal actúe de oficio, que nos ayude para que la muerte no quede en vano. A mi papá no me lo devuelve nadie, pero si podemos salvar otras vidas, esto valió la pena».
