Cada 7 de noviembre se celebra el Día del canillita, una jornada dedicada a los vendedores de diarios, revistas y todos productos derivados de la prensa gráfica.
En especial, es un buen momento para tener siempre presente a Martín José “Petete” Barroso, un ícono de General Pico, el verdadero “Canillita” de Dios.
El 14 de octubre de 2010 a los 57 años se apagó la vida de uno de los personajes más queridos y conocidos que tuvo General Pico.
En aquel 2010, las últimas semanas que estuvo internado en el Hospital Gobernador Centeno despertó en aquel momento, el sentimiento y el rezo de muchos piquenses.
Sus largas caminatas por la ciudad con diarios y revistas debajo de su brazo, su voz ronca, las bromas a flor de labios y su actitud de permanente de servicio, ha pasado a ocupar un lugar de privilegio en el corazón de todos quienes siempre lo tienen presente.
Martín José “Petete” Barroso, fue quien supo ganarse el afecto y el respeto de la comunidad por su vocación de trabajo y su permanente disposición solidaria.
Protagonista de numerosas anécdotas que aún recuerdan quienes tuvieron el gusto de conocerlo y tratarlo. “Petete” Barroso ejerció su oficio de vendedor de diarios y revistas a lo largo de muchos años.
Con su andar por la ciudad con aquella pesada carga de papeles, su disposición permanente al chiste o la reflexión política y su trato respetuoso y amable dejó su impronta en la memoria colectiva.
Ese lugar singular que ocupó en la sociedad piquense lo llevó a convertirse en un “personaje” ineludible a la hora de retratar a esta comunidad.
En la esquina de las calles 17 y 20 permanece el que fue su último punto de ventas. Allí es recordado a diario y, con mayor intensidad.