- En la biblioteca de su casa de Viedma, Ataliva Gallo (oriundo de General Pico) tiene una revista que compró cuando tenía apenas 16 años y en la que aparece uno de los primeros dibujos del papá de Mafalda, fallecido días atrás.
- Recuerdos entrañables de aquellos primeros trazos.
Coleccionar es convertir las costumbres en objetos o construir una trayectoria, y por eso al revisar de vez en cuando la biblioteca, alguien puede sentir que guarda un tesoro. En este caso, el privilegiado es el artista plástico Ataliva Gallo, oriundo de General Pico.
En su casa de Viedma conserva “Dibujantes”, la primera revista del país que publicó un trabajo de Quino a mediados de los ’50, antes de que naciera Mafalda.
Caminar por el living de esa casa es seguir el rastro del arte aunque esta vez, se repose en la figura de Joaquín Lavado, el eximio dibujante fallecido días atrás.
“Dibujantes” nació en 1953 de la mano de Osvaldo Laino, un humorista gráfico rosarino, quien luego se radicó en los Estados Unidos. Constituyó la piedra angular para los creativos de aquella década. Y sirvió como gatillo para el fenómeno Quino.
En su número 15 de julio-agosto de 1955 destaca al ilustre mendocino como “la figura que surge” y “con gran satisfacción que presentamos a nuestros lectores a una joven y promisoria figura que surge en nuestro medio, ya que Quino ha surgido de las páginas de Dibujantes”.
Recuerda que “venido de Mendoza, hace poco más de medio año, puede contarse ya entre los más festejados dibujantes humoristas argentinos. Su página Humor publicada semanalmente en la revista Esto es, de original y agudo sentido del humor, lo han hecho destacarse a tan poco tiempo de llegar a nuestra ciudad en busca de suerte”.
En el número que se hace referencia a Quino, el papá de Mafalda empezó a mostrar la hilacha con un mensaje social desde lo ideológico. Presentó a un reo en cuadros: el primero, como interno de una cárcel picando piedras, el segundo en libertad, el tercero lo muestra yendo a una agencia de colocaciones laborales, y el cuarto de nuevo picando piedras.
“El dibujo de Quino es del año 1954, esa revista la compré hace 66 años –compartiendo carcajadas con su esposa Mirta–, hoy tengo 82 años y en ese momento tenía 16. En esa época yo ya hacía dibujo artístico, y al año siguiente me publicaron a mi”, cuenta.
Dice tener unos 15 ejemplares que adquirió entre General Pico, lugar de origen, y luego Viedma, donde se radicó en forma definitiva por entonces con su familia paterna.
Ataliva compartió su veta artística entre mapas y mediciones topográficas, y aquí se jubiló como jefe de Cartografía y de Registro Gráfico de la Dirección Rionegrina de Catastro.
Destaca que la revista le sirvió de mucho porque “en ese entonces los cursos por correspondencia eran la internet de ahora” y a Quino “lo seguí mucho porque me gustaba, tuve montones de la revista Mafalda, y no hay otro que ‘le pise el poncho’”.
Ataliva era amigo del eximio dibujante Carlos “Chingolo” Casalla –el Padre del Cabo Savino–, y éste le contó del gran prestigio que Quino gozaba en España.
Gallo es ampliamente conocido en el mundillo artístico regional. Integró el Grupo Viedma con Reynaldo Agósteguis, Tito Loudet y Marcelo Ferreyra. Debutó en Viedma en el ’54 con una muestra colectiva en la biblioteca Mitre, e hizo numerosas exposiciones individuales.
El artista sigue dibujando. Antes hacía figurativo y ahora más abstracto. Trabaja en pintura con marcadores de fibra con absoluta prolijidad.
La misma que le permitió tener a mano la colección de Dibujantes en su amplia biblioteca de su vivienda de 7 de marzo al 200.
Fuente y fotos: Río Negro.