Son tres los laboratorios en la Provincia que se encuentran procesando COVID, en un trabajo coordinado donde se respetan los mismos criterios y protocolos.
Cada laboratorio tiene su organización particular según el recurso humano con que cuente. En el contexto actual, los roles de los profesionales de la bioquímica resultan claves para el manejo de la pandemia y la toma de decisiones.
El Laboratorio de Epidemiología perteneciente a la Subsecretaría de Salud provincial, no se dedicaba a hacer virus respiratorios pero contaban con un termociclador para hacer la PCR en tiempo real y personal capacitado incorporado desde hace tres años.
En diálogo con la Agencia Provincial de Noticias (APN), Claudia Rechimont encargada del Laboratorio describió que “cuando surgió la pandemia, teníamos el equipo y el personal, siendo los primeros en empezar con el diagnóstico. En un primer momento procesamos muestras descartando virus influenza y las derivábamos al Instituto Malbrán, donde se centralizaba todo el diagnóstico”.
En La Pampa luego que se descentralizó, “seguimos pero con muy pocas muestras. Era procesarlas para ir poniendo todo a punto y además ir entrenando al personal en estos meses. Hoy todos estamos procesando muestras”, detalló.
Poco tiempo después empezó a funcionar el Laboratorio de Microbiología del Establecimiento Asistencial Gobernador Centeno de General Pico, “donde había gente capacitada en biología molecular, pero no contaban con el equipamiento. Después se unió el Laboratorio de Bacteriología del Hospital Lucio Molas cuando tuvieron el equipamiento, ayudándolos a capacitarlos desde nuestra experiencia”.
La profesional clarificó que la técnica del PCR convencional se demora muchas horas, entre 24 a 48, marcando una visible diferencia a la técnica del PCR en tiempo real, “un procesamiento típico completo tarda, por ejemplo para 46 muestras entre 2 a 3 horas en la primera fase y luego otra hora y media”.
La detección del virus que produce la COVID-19 se realiza en el Laboratorio con técnicas de biología molecular, que sirven para aislar el genoma viral y aumentar la cantidad de copias presentes en la muestra mediante PCR rt (real time).
Partiendo de la muestra presente en el hisopado realizado a un paciente, en una cabina de bioseguridad se hace una extracción que permite obtener una pequeña cantidad de material genético (RNA) del virus que luego se lleva a un termociclador para amplificar el número de copias existentes en la muestra y así poder detectarlo.
El proceso de extracción demora aproximadamente dos horas y media, y la amplificación por PCR una hora y media. Mediante esta técnica es posible detectar una cantidad muy pequeña de partículas virales y diagnosticar con certeza los casos de COVID-19.
Los laboratorios pampeanos que luchan contra la pandemia han logrado una organización de alto nivel y pueden enfrentar una demanda sostenida, tal es el ejemplo del de Epidemiología. “Estamos en un promedio de 120 muestras diarias solo en este Laboratorio, ahora que tenemos brotes. Es muy dinámico, igual que el virus. Tenemos días donde analizamos 30 muestras, otros de 10 muestras y días de más de un centenar”, graficó.
A través del programa de “Búsqueda Activa” se está hisopando mucho más porque el equipo de Salud está alerta y sale directamente en busca de los casos. “Por eso tenemos más demanda en los laboratorios y entre los tres llegamos a las 200 muestras diarias”.
El personal de atención se duplicó en esta pandemia, “tuvimos la incorporación de un técnico que estaba trabajando en el Centro de Salud de Villa Parque que tiene laboratorio, ya que este profesional cuenta con formación en biología molecular, tenemos contratada otra técnica de laboratorio, una bioquímica y una administrativa”.
“La Pampa es una provincia solidaria”, afirmó recientemente el ministro de Salud, Mario Rubén Kohan.
Y prueba de esto se hizo visible cuando el laboratorio recibió y procesó muestras de la localidad bonaerense de Pellegrini, a pedido del Ministerio de Salud mediante un acercamiento de los dos Gobiernos provinciales.
“Como Pellegrini estaba pasando por un gran brote y tenían algunas dificultades con el tiempo en que les entregaban los resultados, ya que derivaban a la localidad de Junín o Azul pero tardaban 72 horas en obtener los resultados, y además tuvieron un brote en un geriátrico. Por eso nos pidieron si podíamos procesar esas muestras que recibimos desde el 31 de agosto”.
Rechimont destacó que el trabajo no termina en el laboratorio, sino que esta enfermedad es de notificación obligatoria sanitaria, tanto a nivel provincial como nacional.
“Los laboratorios también hacemos vigilancia epidemiológica y una vez que tenemos esos resultados los tenemos que cargar en el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud. Es un trabajo que no es menor, cada caso individual se plasma en forma oportuna. De ese sistema se hacen los informes epidemiológicos tanto de la Provincia como de la Nación, que son la fuente oficial de los números de la pandemia para nuestro país”.
Se cargan en dos sistemas, en el provincial donde quedan en la historia clínica del paciente en La Pampa. Y el nacional se carga cada caso, sea positivo o negativo con todos los detalles respecto a cada caso en particular.