Desde el comienzo del aislamiento social preventivo y obligatorio por la pandemia de Coronavirus, como es lógico, la rutina diaria se le modificó a todo el mundo.
Es así como estos días de confinamiento hemos tenido que adaptarnos a trabajar de otra manera, compartir momentos cotidianos de forma distinta, cambios que también, en muchos casos, modificaron los hábitos alimenticios de más de uno.
En diálogo con infopico.com, la nutricionista piquense que también trabaja en el Área Programática del Hospital Gobernador Centeno, Lic. Gabriela Arreguy habló de esta problemática en profundidad en una serie de notas que serán publicadas por este medio.
En principio, Arreguy señaló que “el aislamiento obligatorio está provocando una alteración de los hábitos, no solamente los hábitos alimentarios, en la rutina del día a día: el trabajo y el estrés diarios nos restaba tiempo para estar con nuestra familia, hijos e hijas, compartir conversaciones con nuestros amigos e incluso dejábamos de lado algunas aficiones: se incrementan hábitos alimentarios poco saludables”.
Además, la nutricionista agregó que “se reduce la actividad física también y para colmo, se agrega esto de planear compras responsables ante el aislamiento obligatorio. ¿A que hábitos me refiero? El sentimiento de incertidumbre o frustración sobre cuanto tiempo durará esta situación, el miedo, la ansiedad y la irritabilidad provocan cambios en el apetito y/o alteraciones del sueño“.
Respecto a las actividades recomendables para llevar adelante en el hogar, Arreguy detalló que “estos días en los que estaremos en casa para combatir la pandemia por Coronavirus, es muy recomendable plantearnos recuperar tiempo de actividades y juegos con los quienes compartimos el día a día, reiniciar actividades que no hemos tenido tiempo para realizar y ahora podemos plantearlas (curso música, idiomas, informática, etc.), recuperar nuestro tiempo de lectura, música u otras actividades abandonadas”.
Todo esto, es fundamental para que esté “la posibilidad de organizarnos para mantener horarios de comidas, trabajo, tareas escolares en horario de clases, si uno trabaja en su domicilio mantener los horarios, mantener una periodicidad vigilia-sueño estable y saludable” explicó la nutricionista.
Por otro lado, al igual que muchos especialistas del país, remarcó que la “hacer ejercicio es fundamental, especialmente los niños y los jóvenes, que tienen muchas energías, y puede ayudar a las personas con ansiedad, inquietas, con estrés”.
En esa línea, Arreguy destacó que “ante esta situación, las nutricionistas recomendamos hacer hincapié en mantener la rutina de los horarios y el número de comidas, aplicable a las comidas, pero también a la actividad física, la exposición a la luz solar y al sueño. Y así mantenemos nuestro ritmo circadiano: no afectaríamos el sueño, la temperatura del cuerpo, el nivel hormonal, el apetito/picoteos entre comidas, el ritmo intestinal y otras funciones orgánicas que pueden incidir en el peso corporal”.
Del mismo modo, la nutricionista reiteró que “realizar ejercicios diariamente, como caminar aunque sea en el patio o alrededor de la mesa, hacer bici fija (si tenemos la posibilidad) o mantenernos en contacto con quien realizábamos ejercicios antes de esta situación, es de real importancia” ya que “la exposición a la luz solar, también ya que es el único medio por el cuál nuestro cuerpo fabrica la vitamina D, ayuda al cuerpo a absorber el calcio de los alimento,mineral importantísimo para la fortaleza de los huesos”.
Finalmente, Arreguy puntualizó en que estas indicaciones sobre todo hay que aplicarlas en “los adultos mayores, que normalmente pasan amplios períodos de tiempo sin exposición solar, y son quienes mas comprometida tienen su salud ósea”.
