El novelista piquense Héctor Massara presentará “Tierraplana” en Intendente Alvear

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2 Septiembre, 2019 a las 14:05 hs.

La novela será presentada mañana martes 13 de septiembre a las 20:00 horas.



“TIERRAPLANA”, es una novela de ficción, ubicada geográfica y temporalmente en la provincia de La Pampa, en la década del cuarenta (Siglo XX), cuando aún era Territorio Nacional.

Enmarcan a la obra, los acontecimientos políticos que desembocarán en la provincialización del territorio por parte del gobierno de Juan Domingo Perón, abundando en detalles y referencias históricas en las cuales se encuentra inmerso su protagonista Roque Martínez.
El banquete literario convidará exquisita música convidada por la avezada concertista Karina Bastías para una maravillosa noche de goce artístico impregnado de pampeanidad.

Este es el prólogo escrito por Eduardo Senac:

Situada en La Pampa de los años 40, en Tierraplana se desenreda como pocas veces ese instintivo y aún misterioso placer por narrar. Ante todo, hay que aclarar que los datos circunstanciales están tomados al azar y sólo corresponden a la imaginación del autor. Esos datos circunstanciales, como siempre, carecen de importancia en tanto son apenas calles laterales para que la historia circule.

Esta novela consigue la máxima ambición del género: ser un ojo por donde mirar el mundo de los hombres. No pueden asombrarnos las bajas pasiones y la escasa inteligencia que envuelve a los personajes. Simplemente son un muestrario de nuestras cualidades. En verdad, sorprende que se trate del libro inaugural de Héctor Massara.

Escribo sorpresivamente porque el dominio del texto no es experimental, como tampoco lo es la estructura general, que guarda algún juego con el tiempo. Sorprende además porque la presentación y la vida de los personajes es ardiente, porque la construcción párrafo a párrafo está sostenida por un ritmo narrativo intenso y a la vez extremadamente cuidado.

Como anotaba más arriba la novela está ubicada cuando aún éramos Territorio Nacional, la ambientación no tiene fisuras gracias a una documentación precisa. Por otra parte, la titulación de los capítulos recuerda El Golem de Meyrink, pero en sí mismo se emparenta a los ciclos herméticos, donde toda imperfección y mediocridad se desvanece de a momentos.

Nuestra disposición de ánimo cambia demasiado rápido y no alcanzamos a completar una visión del conjunto de los hombres y las leyes tácitas que lo rigen. Si la conducta humana es el hilo con que se teje esta historia, en su miscelánea dibuja una lectura elíptica que le agrega un nuevo valor.

Cada libro intenta encontrar una buena palabra. Éste tiene esa suerte y además consigue hablarle a la placentera luz que languidece en nuestros corazones. Esas dos exactitudes hacen que Tierraplana esté llamada a renovar la novelística pampeana.

Es que, si nuestra literatura oficial alcanza cierto sonido y compás, imaginemos ahora, como Goethe, a nuestros campos de antaño con el cielo rayado por gruesos relámpagos que esclarecen el horizonte. Y el ruido de sus truenos apagan la música.