Hoy comienza a celebrarse la Semana del Bosque Pampeano

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23 Agosto, 2019 a las 10:00 hs.

Este viernes 23 de agosto empieza la conmemoración de la Semana del Bosque Pampeano, coincidentemente con la Semana del Árbol y el Día del Árbol que en este último caso se recuerda el 29 de agosto de cada año. El caldén es un símbolo de la geografía cultural pampeana. Considerado patrimonio natural en La Pampa, está íntimamente ligado a la fisonomía y la historia de la provincia. 



De acuerdo a la Ley provincial Nº 3.047 sancionada por la Cámara de Diputados de la provincia de La Pampa, que indica “declárase de interés provincial, la restauración, conservación, aprovechamiento, manejo sostenible, la forestación, la reforestación de los bosques pampeanos, y de los servicios ambientales que éstos brindan a la sociedad, siendo las disposiciones de la presente Ley de orden público”.

El bosque de caldén pampeano

El caldén es endémico de la República Argentina y único en el mundo. Originalmente, el bosque de caldén se extendía desde el centro y sur de San Luis, sudoeste de Córdoba y centro sur de La Pampa hasta el sur de Buenos Aires y el noreste de Río Negro.

El bosque de caldén pampeano integra la Provincia Fitogeográfica del Espinal. Recibe esa denominación porque la especie dominante y primordial recurso autóctono del hábitat es el caldén.

El caldén es un símbolo de la geografía cultural pampeana. Considerado patrimonio natural en La Pampa, está íntimamente ligado a la fisonomía y la historia de la provincia. El escudo de La Pampa tiene un caldén sobre fondo azul en su campo superior. Se le ha rendido homenaje en poesías y canciones. En La Pampa da nombre a hoteles, restaurants, radios, estancias, agencias de viajes, y hasta portales de internet.

El caldén era el principal recurso forestal de La Pampa, a punto tal que a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, su explotación dio lugar a la fundación de varios pueblos como Quehué (cuyo primer nombre fue Caldén), Conhelo, Rucanelo, Telén, y Loventué, entre otros.

Solía ser el combustible para las panaderías y las calderas de las locomotoras cuando el carbón inglés escaseó durante la Primera Guerra Mundial.

Según la revista “Caras y Caretas” de 1906, 140 vagones cargados de leña de caldén (1.400.000 kilogramos) partían todas las semanas desde Toay, Santa Rosa, Rancul y otras localidades pampeanas.

Desmonte, empobrecimiento y fragmentación

El bosque de caldén solía ser especialmente abundante en La Pampa, provincia donde el referido bosque alcanzaba su mayor magnitud, unas 3.500.000 ha., lo cual representaba el 24% de la superficie provincial.

La Pampa ha perdido más de las dos terceras partes de su bosque de caldén original, y la fracción que aún resiste presenta marcados signos de fragmentación, siendo muy difícil en la actualidad encontrar parches mayores a 1.000 hectáreas.

Hoy solo resiste un remanente empobrecido, alejados de los bosques prístinos originarios, que no supera el 1.600.000 ha., apenas un 11% del territorio provincial.

El paso del ferrocarril por tierras pampeanas inició el proceso de degradación del bosque original. Aquellos pueblos que en su momento surgieron gracias al caldén ya no existen, atento la marcada disminución de la superficie del bosque.

Luego, el sobrepastoreo, el fuego como herramienta de manejo para la obtención de mejores pasturas para el ganado, la tala indiscriminada y el avance de la frontera agrícola, aceleraron aún más el empobrecimiento del escaso bosque subsistente.

Esto impide que la masa boscosa pueda cumplir sus funciones ecológicas y ambientales eficientemente. La pérdida del caldenal afecta además a numerosas especies de la flora y fauna que necesitan de él para vivir convirtiéndose así en un ecosistema sumamente vulnerable.

Información sobre bosque de caldén: Los que se van