Lobo tenía siete meses. Era un cachorro parecido a un ovejero alemán. Por una de esas cosas inexplicables del destino, el perro estaba con la madre de su dueño en Potrerillos cuando ocurrió un incendio el pasado fin de semana. Gracias a él, la mujer se salvó pero a cambio entregó su vida a las llamas.