Como lo había hecho el Ejército, los Bomberos Voluntarios pusieron manos a la obra para realizar labores de limpieza en barrio Talleres.
Las últimas tormentas que azotar a General Pico lo hicieron con dureza, dejando a su paso daños de todo tipo. Uno de los inconvenientes más visibles fue la caída de árboles completos o ramas, que dañaron inmuebles, automóviles y líneas de cableado.
Aún días después del último fenómeno climático, los vecinos piquenses todavía observan en el paisaje urbano como la vegetación caída genera diferentes inconvenientes. Para ayudar al personal de la Secretaría de Servicios Públicos de la Municipalidad local, ayer se sumaron al trabajo de recolección soldados del Regimiento de Caballería y Tanques XXIII.
Hoy fue el turno de los integrantes del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, quienes tuvieron mucha actividad para atender emergencias durante las tormentas y ahora realizaron limpieza del frente de garajes de viviendas, las veredas del hospital “Gobernador Centeno” y de la Capilla “Santa Teresita”, todo en barrio Talleres.
“Una mano lava a la otra y las dos juntas lavan la cara”, dice un viejo dicho. En Pico, entre muchas instituciones, se busca recuperar lo antes posible la ciudad y devolver a los vecinos todo a la normalidad.