La condena se dio a través de un juicio abreviado, con un acuerdo de partes. El condenado tiene 51 años.
El juez de audiencia de juicio, Federico Pellegrino, condenó hoy a un hombre de 51 años, como autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple y de abuso sexual simple agravado por haber sido cometido contra una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente, a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional.
Además le impuso las siguiente reglas de conducta, respecto a las dos víctimas menores de edad, por el término de dos años: fijar domicilio y someterse al control del Ente de Políticas Socializadoras y Unidad de Abordaje; prohibición de acercamiento a no menos de 200 metros del domicilio de las víctimas, , y/o de los lugares que habitualmente concurran las mismas. Asimismo prohibición absoluta de comunicación y contacto con las dos damnificadas. También ordenó al condenado someterse a un tratamiento psicológico, previa acreditación de su necesidad y facultar al Procurador General, como autoridad de aplicación del Registro de procedimiento y notificación de antecedentes de condenados por delitos contra la integridad sexual, la información del fallo a dicho registro.
La sentencia fue dictada en el marco de un acuerdo de juicio abreviado solicitado por la fiscal Ana Laura Ruffini, el defensor general Walter Vaccaro y el imputado quien admitió su culpabilidad.
El acuerdo se presentó en referencia a dos hechos diferentes. El primero ocurrió sin poder precisar fecha exacta, en el domicilio en que habitaba la denunciante, junto con una menor de 9 años de edad (su hija). El imputado abusó sexualmente de la menor aprovechando las circunstancias de ausencia de la madre del domicilio. El abuso consistió en haber besado en la boca a la menor y haberle realizado tocamientos impúdicos.
El otro hecho ocurrió el 27 de junio de 2017 en el domicilio donde el imputado convivía junto con la víctima, una menor de 9 años de edad, y su madre. Cuando el imputado se encontraba durmiendo y la menor entró a su habitación para despertarlo, éste abuso sexualmente tocándole la cola por encima del pantalón, circunstancia en que fue descubierto por la madre de la misma. Esta modalidad de abuso se habría repetido con anterioridad no pudiendo precisarse los momentos exactos en que habrían sucedido los mismos.
El juez Pellegrino agregó en su fallo que “a su vez se encuentra corroborada la agravante peticionada (por la fiscal), respecto de la última damnificada, dado que el imputado habitaba y compartía con la niña el mismo domicilio”.