Dolor por el fallecimiento de “Lalo” Campos, histórico jugador del club Costa Brava

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10 Julio, 2018 a las 02:37 hs.

Sufrió una descompensación mientras se encontraba en un local comercial ubicado en calles 2 y 3. Fue alrededor de las 21:30 de este lunes. Tenia 70 años.



En el futbol, el amor y la pasión por los colores de un club hace que surjan grandes rivalidades, pero también, eternas amistades. Más cuando esos colores se defienden “con dientes apretados” hasta el último segundo del partido…porque en juego no solo está el resultado, es el honor de quedarse con un “clásico”, una final, o uno de esos partidos “chivos” que quienes  han pisado una cancha saben de que se trata.

Sumado a su rudeza como defensor en su querido Costa Brava, era respetado por sus compañeros y rivales, en una época en que el fútbol de la “Pampeana” estaba en pleno esplendor y era normal la asistencia de dos o tres mil personas en una cancha.

Y él lo vivía con la misma pasión con la cual vivió su vida. Cada cruce era “a muerte”, porque pasaba pelota o jugador…y a un central no se le puede escapar un cruce para que terminen festejando los “otros”…eso no estaba dentro de sus planes a la hora de jugar un partido.

Marcador central, duro, potente, férreo, con una “chilena” de estilo inconfundible cuando ya no quedaban casi recursos para quitar una pelota, “Lalo” Campos fue uno de los jugadores históricos del futbol de la Liga Pampeana.

Si bien tuvo un paso por Ferro de Alvear, los momentos más lindos y gloriosos los vivió vistiendo la camiseta de su “Costa” querido.  Integrante de aquel equipo campeón en los ’70, padre de dos hijos, Damián y Gabriela.

Justamente en la noche de hoy en que se dirigía a la casa de su hija a compartir una cena, cfue uando decidió pasar por un comercio de calles 2 y 3.  Fue ahí donde sufrió una severa descompensación (ataque cardiaco) que le produjo la muerte de manera casi instantánea, más allá de los intentos de reanimación por parte de personal del SEM y vecinos que se encontraban en el lugar.

Su imagen quedara grabada por siempre en la institución de barrio Este y en muchos de sus amigos y compañeros del trabajo y el deporte.