El incremento ya fue acordado, será probado esta semana por el Concejo y luego tendrá que ser promulgado por el Municipio.
En los últimos día se concretaron varios encuentros entre concejales, funcionarios del municipio y referentes de las empresas de taxis y remises, no solo para tratar la nueva ordenanza regulatoria, sino también para definir la nueva tarifa que regirá hasta la primera mitad de 2018.
En la jornada de hoy tuvo lugar el último encuentro, donde las partes arribaron a un acuerdo unánime para incrementar la tarifa en 11%, con lo que la bajada de bandera pasará de $ 23 a $ 26, la ficha cada 90 metros de $ 4 a $ 6 y la espera de $ 1.80 a $ 2.
Con el consenso logrado, el aumento será sometido a votación en la última sesión del año del Concejo Deliberante, que se llevará a cabo el próximo jueves. Una vez aprobado, pasará al Poder Ejecutivo, que deberá promulgarlo. Se especula con que los nuevos valores estarán en vigencia antes de las fiestas de fin de año.