Héctor Bossi y el “autogiro”, una rara pieza de la historia

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3 Diciembre, 2017 a las 13:22 hs.

Solo hay dos de estos elementos voladores en Pico y ambos fueron construidos por él.



En los 50 años del Museo de General Pico nos encontramos con el autodidacta Héctor Bossi y su autogiro. Es así que nos enteramos que el autogiro es un invento español, su inventor fue Juan de la Cierva.

A Juan de la Cierva se le muere un amigo en un avión y quiere hacer un aparato que no entre en perdida que no tenga posibilidad de caerse por falta de motores. Es decir que surge una nueva obsesión: la seguridad del vuelo. ¿Cómo podía diseñarse un avión seguro que no entrara en pérdida? Ese era uno de los principales problemas de los aeroplanos, la entrada en pérdida por velocidad y el consiguiente riesgo de estrellarse contra el suelo. Y, entonces, le llegó la idea de la autorrotación que patentó en 1920 y que se convirtió en el alma del autogiro.

Esta historia termina mal, muy mal, el 9 de diciembre de 1936, en el británico aeropuerto de Croydon. Tiene gracia macabra que el genio creador del autogiro, que había volado cientos de veces en aparatos experimentales, terminara allí su vida a bordo de un Douglas DC-2 de la compañía KLM, que se estrelló en medio del niebla al poco de despegar. Luego surge la desgracia de que al hacer una demostración en Inglaterra el avión se cae y muere. “Es como si estuviera destinado”.
Bossi nos dice acerca de su autogiro: “Esto es construcción amateur lo construí en mi taller también hicimos el avión de Daniel Paparini”.

“El problema es la conquista mental que hay en la parte de la juventud que creen que todo lo hacen en el norte y acá no se puede hacer nada, entonces con un montón de locos en la Experimental Aircraft Asociation de General Rodríguez, decidimos hacer las palas, las mismas importadas salían 6000 euros y en esa época logramos hacerlas por 800 pesos, acá en Argentina es invaluable, me resulta cómica la situación pues le vendemos el aluminio que luego tenemos que comprarles”.

“Yo no soy piloto de ala rotativa pero gracias a Edgardo Maffia que escribió un libro traducido en varios idiomas llamado “la biblia del autogiro” saque muchos datos de autogiros brasileros, Brasil es pionero en América y vuela de los años 50 con autogiro. Me conecte con ellos y de ahí salió la idea”, contó.
Podemos hablar del motor, “un WG 1600 sobrealimentado en boca de carburador, hélice propulsora tripala Ivoprop de paso regulable actúa montada en el cigüeñal. Que le ha puesto un turbo porque consume mucha energía”.

Cuando lo terminó, entre risas, comenta que “había que sentarse, había que probarlo y de a poco el autogiro cobró vuelo. De esto ya han pasado como cuatro años”.

“Ha participado de diferentes eventos como lo terminé y salí a probarlo hace 4 años. Lo he llevado a Experimental Aircraft, festival de Huinca Renancó”, con orgullo Héctor nos dice que ha estado en varios lugares.

En Pico hay dos autogiros, el otro lo tiene en su taller y está hecho por plano y pertenece a Fabio Suárez, fallecido en enero del 2005. Héctor prometió a sus padres la terminación del autogiro, está terminado pero no se atreve a probarlo por miedo a romperlo.