Un antropólogo piquense viaja a realizar un doctorado en Estados Unidos

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10 Julio, 2017 a las 17:00 hs.

Se trata de Nicolás Wiggenhauser, quien obtuvo una beca Fulbright proveniente de una relación bilateral entre la Argentina y el país norteamericano. Los desafíos profesionales de especializarse en el exterior.



La historia del antropólogo Nicolás Wiggenhauser está repleta de sueños, proyectos y desafíos. Su meta, al igual que la de una enorme cantidad de profesionales, es la de apostar día a día a una sólida formación académica y profesional.

En este caso, el joven de origen pampeano y radicado en Olavarría, obtuvo una beca doctoral completa del Programa Fulbright en convenio con el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación para graduarse con un doctorado en la Universidad Stony Brook de Nueva York.

En este sentido, Wiggenhauser dialogó con EL POPULAR donde contó que es “antropólogo graduado acá en la Unicén (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires). Me recibí el año pasado. A principios de 2016 defendí mi tesis de grado y ahora el destino me está llevando a Estados Unidos. Específicamente a la Universidad de Stony Brook, que está dentro del complejo de universidades estatales del Estado de Nueva York (SUNY). Particularmente voy a vivir en Long Island, aproximadamente a una hora de Manhattan y del centro de Nueva York. En esta Universidad voy a hacer mis estudios doctorales”, comentó. Sobre ello añadió que “voy a empezar ahora en el semestre de otoño, que ellos lo llaman ‘Fall Semester’ y que arranca a fines de agosto. Estoy muy contento por la oportunidad y con mucha expectativa por comenzar”.

En cuanto al origen de esta oportunidad, Wiggenhauser aclaró que “la beca que otros candidatos jóvenes profesionales argentinos y yo obtuvimos tiene que ver con un programa internacional de becas llamado Fulbright. Es un programa del Departamento de Estado de Estados Unidos, que se originó luego de la Segunda Guerra Mundial. Estamos hablando de un programa de más de 70 años de cooperación internacional entre Estados Unidos y el resto del mundo”, explicó.

Durante los primeros días de esta nueva experiencia, la adaptación a otra cultura va a resultar clave. En este sentido, Wiggenhauser declaró que “fuimos invitados a un programa especial por ser becarios Fulbright. El mismo se llama ‘Gateway Orientation’ y consiste en una semana de orientación donde nos enseñan cómo es la vida en Estados Unidos, nos dan algunos tips de historia, de política y de cómo manejarnos allá. A mí me tocó realizarlo en la Universidad de Idaho, ubicada en la ciudad de Moscow. Ahí voy a estar un tiempo antes de comenzar en Stony Brook. Idaho es un estado que está al noroeste de Estados Unidos, en el límite con Canadá. Estuve mirando fotos y los paisajes son increíbles. Me informaron que vamos a hacer muchas excursiones al campo. Es un lugar extremadamente bello”, recalcó.

Las particularidades de esta beca sirven para “financiar los primeros años de formación de cualquier estudiante internacional. En la Argentina funciona muchas veces en convenio con otros organismos. La beca que obtuve es un convenio entre la Comisión Fulbright y el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación. Hay muchos abogados, ingenieros, técnicos, artistas, cineastas, desarrolladores de videojuegos e infinidad de profesionales argentinos. Este programa está avalado por el gobierno de Estados Unidos y también por nuestro país. Es una relación bilateral”, definió el joven profesional.

La duración de su estadía en el país norteamericano tiene que ver estrictamente con el programa: “El doctorado dura generalmente cinco años. Yo tengo 25 años y mi expectativa es para los 30 años estar graduado de doctor. Estar inserto dentro de las redes de intercambio internacional de investigación científica es un sueño. Esta Universidad es una de las mejores de Estados Unidos y del mundo. El equipo de investigación en el que voy a trabajar es muy reconocido. Es joven y tiene mucho impulso. Realmente estoy muy contento de formar parte de este grupo”, afirmó Wiggenhauser.

En esta línea, el antropólogo explicó que “voy a cursar la cantidad de puntajes necesarios para finalizar mi doctorado, además de desarrollar diferentes líneas de investigación con el propósito de hacer mi tesis doctoral. En mis inicios en la investigación científica internacional voy a estar trabajando con Jeroen Smaers, un investigador reconocido a nivel mundial en el estudio macroevolutivo del cerebro de primates y humanos”, indicó.

Por último, en cuanto a los desafíos, Wiggenhauser destacó que “mi aspiración es lograr ser un joven investigador con muchas conexiones internacionales. En realidad, fui admitido en varias universidades de Estados Unidos, pero Stony Brook fue mi prioridad número uno por el investigador con el que voy a trabajar. Posiblemente, en el futuro pueda regresar a la Argentina, pero también hay otros países con mucha jerarquía en este campo como Alemania, Inglaterra o Francia”, redondeó.

Historia

Más allá de lo estrictamente profesional, Wiggenhauser se tomó unos minutos para hablar de su historia. “Soy nacido en General Pico, una ciudad al norte de La Pampa. Vine a los 18 años a estudiar Antropología a Olavarría. Desde muy chico fui un apasionado de la ciencia y de la investigación. Cuando era adolescente y me tocaba decidir qué iba a estudiar, nunca lo dudé ni fue una decisión difícil. Siempre lo tuve bien claro desde el principio. La carrera en esta ciudad me brindó muchas herramientas. Te enseña a desnaturalizar cualquier proceso sociocultural. Lo fundamental es que aprendés a pensar. Estudiar en la Facultad de Ciencias Sociales me permitió abrir las puertas del conocimiento”, reconoció el joven.

Para finalizar, Wiggenhauser destacó que “mi familia es el muro de contención. Mis padres siempre me apoyaron en mi curiosidad intelectual. También mi hermano, que vino a vivir conmigo y se constituyó en un soporte fundamental. Después están los amigos, que siempre están acompañando y fomentando las ganas de seguir aprendiendo”, concluyó.

Fuente: El Popular

 

Junto a su familia